Eylon Levy, portavoz del Gobierno israelí en la guerra contra el grupo terrorista Hamas, publicó una elocuente viñeta tras la audiencia de hoy en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en la que Sudáfrica presentó un caso contra Israel por genocidio.
La historieta muestra lo que parecen ser cuatro rehenes israelíes, ensangrentados y con las manos atadas, sentados frente al tribunal. Uno de los jueces les pregunta: “¿Qué tienen para decir en su defensa?”. “No pueden testificar”, remata Levy.
El tuit es una nueva crítica del gobierno israelí al proceso judicial llevado adelante por Pretoria, que más temprano la cancillería calificó de “una de las mayores muestras de hipocresía de la historia”.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lior Haiat, afirmó que Sudáfrica “está funcionando como el brazo legal de Hamas”, y acusó a Pretoria de “ignorar el hecho de que los terroristas de Hamas se infiltraron en Israel, asesinaron, ejecutaron, masacraron, violaron y secuestraron a ciudadanos israelíes, sólo porque eran israelíes, en un intento de llevar a cabo un genocidio”.
Haiat dijo que Sudáfrica “pretende permitir que Hamas vuelva a cometer los crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y delitos sexuales que cometió repetidamente el 7 de octubre”.
También llamó a los abogados de Sudáfrica “los representantes de Hamas en el tribunal”.
Previamente, el presidente israelí, Isaac Herzog, había tildado la acusación de Sudáfrica de “atroz y absurda”.
Las acusaciones de Sudáfrica
Sudáfrica acusó este jueves a Israel ante la máxima jurisdicción de la ONU de incumplir la Convención para la Prevención de Genocidios, afirmando que ni siquiera la masacre de Hamas del 7 de octubre justifica el alcance de la campaña israelí en Gaza.
“Ningún ataque armado en el territorio de un Estado, por muy grave que sea (...) justifica que se vulnere la convención”, dijo en La Haya ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el ministro sudafricano de Justicia, Ronald Lamola. “La respuesta de Israel al ataque del 7 de octubre cruzó esta línea y da lugar a violaciones de la convención”, añadió.
La guerra entre Israel y Hamas estalló tras el ataque del 7 de octubre del movimiento islamista palestino en suelo israelí, que dejó unos 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP a partir de datos oficiales israelíes. Entre los muertos hay más de 300 militares.
Como respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamas y bombardea sin cesar este enclave palestino, bajo un férreo asedio.
Más de 23.469 personas, sobre todo mujeres y menores de edad, han muerto, informó el jueves el Ministerio de Salud de Hamas.
Sudáfrica argumenta que Israel incumple sus obligaciones en el marco de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Esta tratado de 1948 fue creado precisamente tras el Holocausto, en el que los nazis y sus colaboradores exterminaron a seis millones de judíos europeos.
La campaña de bombardeos israelíes busca “destruir la vida de los palestinos” y los empuja “al borde de la hambruna”, afirmó Adila Hassim, abogada de Sudáfrica.
“Los genocidios nunca se declaran con antelación pero este tribunal cuenta con las últimas 13 semanas de pruebas que muestran de forma irrefutable un modelo de comportamiento y de intención que justifica una acusación verosímil de actos genocidas”, declaró.
En tanto que país signatario del tratado, Sudáfrica puede llevar a Israel ante la CIJ, que se pronuncia sobre disputas entre países.
En su acusación, Sudáfrica reconoce el “peso particular de la responsabilidad” de acusar a Israel de genocidio y condena “inequívocamente” los ataques de Hamas que desencadenaron la guerra en Gaza.
Israel presentará su contra argumentos mañana viernes.
Como se trata de un procedimiento de urgencia, la CIJ podría pronunciarse en cuestión de semanas.
Aunque sus fallos son definitivos y no pueden ser apelados, los países no siempre siguen los veredictos de la corte, como en el caso de Rusia, a quien la CIJ ordenó poner fin a su invasión de Ucrania.