La Guardia Revolucionaria iraní, considerada como un grupo terrorista por los EEUU, ha reforzado su fuerza naval con un centenar de embarcaciones, entre ellas un buque de guerra y docenas de lanchas armadas con lanzacohetes, en medio de la crisis provocada por los ataques de los hutíes contra navíos comerciales en el mar Rojo y el anunciado despliegue de una fuerza internacional.
Las nuevas embarcaciones fueron presentadas este sábado en la ciudad costera de Bandar Abbas en un acto en el que participaron el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hosein Salamí, y el jefe de la Fuerza Marina de ese cuerpo de élite, Alí Reza Tangsirí, informó la agencia oficial IRNA.
Entre el nuevo armamento destaca el buque de guerra Abu-Mahdi al-Muhandis con una autonomía de 2.000 millas náuticas y capacidad para evitar los radares, además de barcos de las clases Tareq y Ashura, armadas misiles de medio alcance y varias patrulleras.
Además, la Fuerza Marina de la Guardia Revolucionaria ha introducido tres docenas de lanchas rápidas armadas con lanzacohetes, según la cadena de televisión PressTV.
El golfo Pérsico ha sido escenario de numerosos incidentes en los últimos años, incluidos ataques a petroleros y cargueros, entre las tensiones entre Irán y Estados Unidos por las sanciones impuestas por este último a la venta de petróleo iraní.
A ello se suma en estos momentos las tensiones en el mar Rojo, donde los hutíes del Yemen, aliados de Teherán, están atacando y secuestrando navíos comerciales con la bandera de Israel, propiedad de empresas israelíes o con destino a ese país en represalia por la ofensiva en contra el grupo terrorista Hamas en Gaza
Como respuesta a esos ataques Estados Unidos anunció una coalición militar conformada por más de 20 naciones bajo el nombre de ‘Operation Prosperity Guardian’ (Operación Guardián de la Prosperidad) para ofrecer protección a los buques que transitan por el mar Rojo.
Sin embargo, los hutíes han seguido lanzando misiles y atacando drones, lo que llevó a la Casa Blanca y a 12 aliados a emitir lo que equivalió a una advertencia final el miércoles para que cesaran sus ataques contra embarcaciones en el mar Rojo o enfrentarían una posible acción militar selectiva.
El secretario de Defensa británico, Grant Shapps, dijo que su país estaba “dispuesto a tomar medidas directas” contra los hutíes “para disuadir las amenazas a la libertad de navegación en el mar Rojo”.
Estados Unidos acusó a Irán de estar “profundamente involucrado” en los ataques hutíes. La República Islámica, no obstante, niega las acusaciones y afirma que los rebeldes hutíes estaban actuando por su cuenta.
Casi el 15 % del comercio marítimo mundial pasa por el mar Rojo, incluido el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio marítimo de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.
Con información de EFE y AFP