El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, defendió este viernes la investigación que evaluará el accionar del Ejército durante los ataques del pasado 7 de octubre y los fallos en la seguridad que permitieron a los terroristas de Hamas incursionar en el país y cometer sus masacres. A criterio de Hagari, si bien la iniciativa no fue del todo bien recibida en algunos sectores del arco político, se trata de una oportunidad para poder aprender de los errores y construir sobre este conocimiento.
“La investigación operativa es uno de los principios básicos de las FDI. Sólo una investigación exhaustiva de la verdad nos permitirá aprender de los fracasos y prepararnos para los desafíos de seguridad en el futuro: 2024 será un año de lucha y hay lecciones que aprender que nos ayudarán a luchar mejor”, sostuvo durante una rueda de prensa en la que intentó desmentir la postura del ala más nacionalista que ve esta instancia como una afrenta al desempeño de los oficiales.
A continuación, recalcó que el principal objetivo del Ejército es “mejorar siempre, sacar conclusiones de los combates, profundizar los logros y minimizar las bajas”, por lo que todo este contenido será considerado con prioridad aunque reconoció que, como las tropas están concentradas en las operaciones que tienen lugar en toda la Franja de Gaza, aún no han iniciado las investigaciones.
Es por ello que, por el momento, el Estado Mayor trabaja sobre el “proceso de planificación de las investigaciones” y “eligiendo a quienes encabezarán la investigación operativa”, el segundo asunto que generó roces entre los políticos.
Con el objetivo de conseguir una “perspectiva externa” sobre el accionar de los oficiales, se definió que antiguos mandos del Ejército participen de las pesquisas y contribuyan con su conocimiento. Sin embargo, algunos ministros del sector ultranacionalista del Gobierno de coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu se opusieron a ello.
Por un lado, criticaron la convocatoria del ex jefe del Estado Mayor, Shaul Mofaz, ya que lo consideran el “arquitecto” del “plan de retirada israelí” que, en 2005, implicó la eliminación de 21 asentamientos en el enclave y la posterior “desconexión” con la zona que, a su entender, dio lugar a que años más tarde Hamas se hiciera con el control total del territorio.
“El nombramiento de Mofaz es un pecado encima de un crimen. No puede ser que un individuo que nos llevó a donde estamos acabe investigando esta situación”, declaró Ben Gvir mientras el ex ministro de Defensa, Benny Gantz, le respondió que aquel accionar del ex Jefe no tiene nada que ver con los hechos actuales.
Por el otro, vieron con malos ojos la llamada al ex jefe de Inteligencia Militar, Aharon Zeevi Farkash, a quien acusan de debilitar al Ejército de Israel al apoyar a los reservistas que protestaron en 2023 contra una campaña impulsada por Netanyahu en favor de la polémica reforma judicial que acabó por ser derogada por el Tribunal Supremo a principios de la semana.
“Se trata de personas cuyas propias acciones deberían estar siendo investigadas y no ser las que investiguen”, sumó Gvir.
En medio de estos cruces, se sumaron al respaldo Gantz, quien declaró que le parece “bien que el Estado Mayor asuma la responsabilidad y establezca un equipo para extraer lecciones operativas del combate, como es su deber” y que se ocupe “de todo lo ocurrido hasta el 7 de octubre, a todos los niveles”, mientras el actual líder de la cartera de Defensa, Yoav Gallant, pidió que se deje de “utilizar irresponsablemente” a las FDI “para obtener beneficios políticos”.
“Los soldados de las FDI luchan por todo el pueblo de Israel: hago un llamamiento a todos los miembros de lo público para que dejen de utilizar irresponsablemente a las FDI y sus comandantes. “Confío en ellos y apoyo a las FDI. El pueblo de Israel ha ganado un jefe del Estado Mayor valiente y equilibrado durante una guerra difícil”, concluyó.
(Con información de Europa Press)