El dictador de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, firmó el jueves una nueva ley que le otorga inmunidad penal de por vida e impide a los líderes de la oposición residentes en el extranjero presentarse a futuras elecciones presidenciales.
En teoría, la ley se aplica a cualquier ex presidente y a los miembros de su familia. En realidad, sólo es relevante para Lukashenko, de 69 años, que ha gobernado Bielorrusia con mano de hierro durante casi 30 años.
La nueva medida parece destinada a apuntalar aún más el poder de Lukashenko y eliminar a posibles contrincantes en las próximas elecciones presidenciales del país, previstas para 2025.
La ley endurece considerablemente los requisitos para los candidatos presidenciales e imposibilita la elección de líderes de la oposición que hayan huido a países vecinos en los últimos años. Sólo pueden presentarse los ciudadanos de Bielorrusia que hayan residido permanentemente en el país durante al menos 20 años y nunca hayan tenido permiso de residencia en otro país.
Bielorrusia se vio sacudida por protestas masivas durante la polémica reelección de Lukashenko en agosto de 2020 para un sexto mandato, que la oposición y Occidente condenaron como fraudulenta. En aquel momento, las autoridades bielorrusas detuvieron a más de 35.000 personas, muchas de las cuales fueron torturadas bajo custodia o abandonaron el país.
Lukashenko también ha sido acusado de participar en el traslado ilegal de niños de las ciudades ocupadas por Rusia en Ucrania a Bielorrusia.
Según el texto de la nueva ley, Lukashenko, si dejara el poder, “no podrá ser considerado responsable de los actos cometidos en relación con el ejercicio de sus poderes presidenciales”.
La ley también dice que el presidente y los miembros de su familia recibirán protección estatal de por vida, atención médica y seguro de vida y de enfermedad. Tras dimitir, el Presidente se convertiría también en miembro permanente vitalicio de la Cámara Alta del Parlamento.
La líder de la oposición Svetlana Tikhanovskaya, que huyó a la vecina Lituania en 2020, afirmó que la nueva ley es la respuesta de Lukashenko a su “miedo a un futuro inevitable”, sugiriendo que Lukashenko debe estar preocupado por lo que le ocurra cuando deje el poder.
“Lukashenko, que arruinó el destino de miles de bielorrusos, será castigado según el derecho internacional, y ninguna inmunidad le protegerá contra ello, es sólo cuestión de tiempo”, afirmó Tikhanovskaya.
La oposición política del país quiere que se investiguen las desapariciones de políticos de la oposición y el traslado de niños ucranianos de Ucrania.
“Nos aseguraremos de que el dictador comparezca ante la justicia”, afirmó Tikhanovskaya, subrayando que en Bielorrusia sigue habiendo unos 1.500 presos políticos entre rejas, entre ellos el Premio Nobel de la Paz Ales Bialiatski.
(Con información de AP)