El alcance y la letalidad del asalto del 7 de octubre de 2023 contra Israel no tienen precedentes en los 16 años que Hamas lleva controlando Gaza, y la naturaleza de la violencia dejó atónitos a los israelíes. Fue el peor pogromo contra los judíos desde la Segunda Guerra Mundial: los terroristas mataron a tiros a los jóvenes en un festival de música, masacraron a los ancianos en una serie de kibbutz, asesinaron a niños allí donde los encontraban, violaron a mujeres, torturaron a las víctimas mientras estaban vivas y las mutilaron una vez muertas. Más de 1.400 personas, entre ellas 28 niños, fueron asesinadas y otras 240, entre ellas 33 niños, fueron tomadas como rehenes. En respuesta a los atentados del 7 de octubre, el gabinete de Israel declaró formalmente la guerra a Hamas.
Los informes de lo que hicieron los terroristas de Hamas en el sur de Israel recordaban la crueldad y el salvajismo de los desmanes del Estado Islámico en Siria e Irak.
Un nuevo análisis de las agencias de inteligencia estadounidenses ha advertido de que la credibilidad y la influencia de Hamas han crecido espectacularmente en los dos meses transcurridos desde el atentado terrorista del 7 de octubre. El grupo se ha posicionado con éxito en algunas partes del mundo árabe y musulmán como defensor de la causa palestina y eficaz combatiente contra Israel. Es posible que el conflicto contribuya más a impulsar la influencia de Hamas fuera de Gaza que dentro de ella, donde años de mal gobierno han generado desconfianza.
Christopher Wray, jefe del FBI, declaró en una comparecencia ante el Congreso que, desde el inicio del conflicto en Gaza, múltiples organizaciones terroristas extranjeras han hecho llamamientos a atentar contra estadounidenses y Occidente, y predijo que el ataque de Hamas inspirará la mayor amenaza terrorista para Estados Unidos desde el ISIS.
Al Qaeda y sus filiales en India, el norte de África, el Sahel, Somalia, Siria y Yemen aplaudieron el atentado del 7 de octubre y lo enmarcaron en una yihad global contra la alianza “sionista-cruzada”. El ISIS abordó el atentado el 19 de octubre en un editorial de al-Naba. Condenaba a Hamas señalando la insensatez de luchar “bajo la bandera del eje iraní” y ofrecía lo que denominaba un “plan práctico” para acabar con el “mezquino Estado de los judíos”. Tal esfuerzo incluiría no sólo la lucha en los territorios palestinos, sino también atacar “la presencia judía” en todo el mundo, en particular las comunidades judías de Estados Unidos y Europa. Erradicar el Estado judío exigiría también atacar a Occidente y a “los ejércitos y gobiernos árabes apóstatas” que apoyan la existencia de Israel.
No está claro si los dirigentes de Hamas se tomaron en serio las recomendaciones de Al Qaeda y el ISIS o si había planeado una acción internacional paralela al atentado del 7 de octubre contra Israel, pero el 14 de octubre fueron detenidos en Alemania, Países Bajos y Dinamarca varios presuntos miembros de Hamas que planeaban atentados contra instituciones judías en Europa.
La policía alemana detuvo a cuatro presuntos miembros de Hamas, tres en Berlín y otro en los Países Bajos, que planeaban un atentado terrorista contra instituciones judías en Berlín. El tabloide alemán Bild informó de que “los tres hombres tienen estrechos vínculos con altos dirigentes del ala militar de Hamas”. Según la fiscalía alemana, los dirigentes de Hamas en Líbano habían encargado a los operativos el traslado de un alijo de armas desde un depósito en un lugar europeo no revelado hasta Berlín para llevar a cabo un atentado. Las armas debían “mantenerse en estado de alerta ante posibles atentados terroristas”.
Las autoridades danesas anunciaron detenciones relacionadas con otros delitos de terrorismo. La policía no ha dado detalles sobre el objetivo del presunto complot, pero dijo que no había relación directa con la detención el mismo día de cuatro presuntos miembros de Hamas en Alemania acusados de preparar un atentado contra objetivos judíos en Europa. El Primer Ministro danés describió el complot como “de la máxima gravedad” y las autoridades de Dinamarca dijeron que reforzarían la seguridad en los lugares judíos.
Los medios de comunicación daneses afirman que las detenciones están relacionadas con la banda de delincuencia organizada Loyal to Familia, prohibida en Dinamarca. Loyal to Familia es una andilla callejera danesa. Fundada a finales de 2012 por miembros de otras bandas callejeras de Copenhague, pero rápidamente se expandió más allá de la capital. Tras la implicación de la banda en tiroteos públicos, violencia y otros delitos, la policía de Copenhague la ilegalizó en 2018. El Tribunal Municipal de Copenhague y el Tribunal Superior confirmaron la decisión dos años después.
“Era un grupo que estaba planeando un acto terrorista”, dijo Flemming Drejer, jefe de operaciones del servicio de inteligencia PET, en una conferencia de prensa. Drejer se limitó a decir que se pensaba que otros sospechosos actualmente en el extranjero también estaban implicados en el complot. Israel había dicho que los sospechosos en Dinamarca actuaban “en nombre de Hamas”, lo que no ha sido confirmado por las autoridades danesas.
La fiscalía danesa ha imputado a un hombre de 26 años por “expresar públicamente su aprobación a un delito terrorista”, en un caso relacionado con el atentado de Hamas contra Israel en octubre, al tiempo que ha anunciado que abandona otros tres casos. “Las declaraciones se hicieron a través de un perfil en Snapchat, por lo que pudieron difundirse a un círculo más amplio de seguidores”, ha explicado en un comunicado la fiscal del caso, Lise-Lotte Nilas. En otros tres casos, también relacionados con declaraciones sobre el atentado, los fiscales han decidido no presentar cargos.
Las detenciones se producen mientras aumenta la preocupación en todo el mundo por posibles atentados terroristas de Hamas fuera de Israel. En un comunicado conjunto del Mossad y el servicio de seguridad Shin Bet se afirma que las detenciones “han frustrado un complot de atentado terrorista”.
Colin P. Clarke, director de investigación de The Soufan Group, afirma que la escala y sofisticación de los atentados terroristas del 7 de octubre de Hamas han llevado a muchos analistas antiterroristas a revisar sus hipótesis sobre la intención y capacidades del grupo y podría transformar a la organización en una amenaza global. En declaraciones a principios de diciembre a la televisión Al-Aqsa, el alto cargo de Hamas Sami Abu Zuhri hizo un llamamiento a cometer atentados contra los aliados de Israel, concretamente Estados Unidos y el Reino Unido. “Necesitamos actos violentos contra los intereses estadounidenses y británicos en todas partes, así como contra los intereses de todos los países que apoyan la ocupación”, declaró Zuhri.
Hamas parece tener la esperanza de que su ideología, su causa y su marca se conviertan en globales del mismo modo que lo hizo el Estado Islámico. Su propaganda está calando en el público occidental, especialmente en las generaciones más jóvenes y en muchos estudiantes universitarios que han acudido en masa a manifestaciones y protestas contra Israel. Hamas es una organización diferente tras los atentados del 7 de octubre y ha declarado abiertamente su deseo de que la guerra no se limite a Gaza, sino que amenace también a Israel y a sus partidarios en todo el mundo.
Por ahora parece que la infraestructura militar de Hamas será destruida por Israel, aunque necesitará más tiempo; sus dirigentes en Gaza morirán en los combates o se exiliarán en el marco de algún acuerdo; Gaza será posiblemente dirigida por una Autoridad Palestina renovada y alguna fuerza militar internacional; Cisjordania seguirá bajo control de la Autoridad Palestina con la intervención de las IDF y las agencias de inteligencia israelíes en caso de necesidad.
Así pues, ¿desde qué plataforma podrá actuar Hamas como actor terrorista internacional, siguiendo el modelo de Fatah, el FPLP y otras organizaciones menores activas entre finales de los años sesenta y los ochenta?
Líbano
El más obvio es Líbano, que ya sirve de base de misiles disparados por Hamas desde el sur de Líbano hacia el norte de Israel, bajo el paraguas estratégico de Hezbollah y el apoyo activo de Irán.
Tras el bloqueo de Qatar en 2017 por parte de sus rivales del Golfo y sus aliados regionales, y tras el reciente acercamiento de Turquía a Israel, Líbano se convirtió en el destino elegido por los líderes de Hamas que ya no podían encontrar refugio en esos dos países. Saleh al-Arouri, jefe adjunto del Buró Político de Hamas, se instaló en Beirut, donde pudo proseguir libremente sus actividades operativas. Khalil al-Hayya, responsable de las relaciones árabes e islámicas de Hamas, y Zaher Jabarin, encargado de las cuestiones relativas a los presos palestinos en cárceles israelíes, siguieron su ejemplo.
Según el Centro de Investigación y Educación israelí ALMA, la sede libanesa de Hamas se encuentra en la ciudad de Sidón. La “Oficina de Construcción” de Hamas, con sede en Líbano, contiene departamentos especializados, cada uno de ellos responsable de diferentes conjuntos de actividades, como fabricación de armas, inteligencia militar, entrenamiento para el combate, comunicaciones, financiación, planificación, logística, seguridad y relaciones exteriores. Las actividades de Hamas en el Líbano se desarrollan con la ayuda y supervisión de la Fuerza Quds iraní, en concreto, de su rama palestina. Hezbollah participa en la actividad de Hamas en el Líbano y le presta asistencia.
La actividad de Hamas en Líbano se concentra en los 12 campos de refugiados repartidos por Líbano, donde viven unos 250.000 palestinos. Algunos de los principales campos, como el de Ein el-Hilweh, en el sur del Líbano, están controlados por Fatah, la columna vertebral de la AP. En septiembre de 2023 se han producido encarnizadas batallas por el control de Ein el-Hilweh entre ambas organizaciones. La expansión de la presencia militar y de seguridad de Hamas en Líbano tiene como objetivo crear lo que el eje de la resistencia denomina un “frente unificado” que pueda atacar eficazmente a Israel.
Cabe destacar que, según la fiscalía alemana, los dirigentes de Hamas en Líbano habían encargado a los operativos detenidos en Alemania en diciembre de este año que trasladaran un alijo de armas desde un depósito situado en un lugar europeo no revelado hasta Berlín, para llevar a cabo un atentado. Lo que significa que Hamas ya ha preparado depósitos de armas en suelo europeo o que las ha recibido de arsenales de Hezbollah o Irán.
Líbano podría ser de hecho la principal plataforma de Hamas para operaciones exteriores, principalmente en Europa: infraestructura militar y política existente, importante población palestina, apoyo directo y paraguas defensivo de Hezbollah, influyente presencia iraní.
Siria
Cuando estalló la guerra civil había unos 650.000 refugiados palestinos viviendo en Siria en 14 campos de refugiados. Durante los años de lucha el número se redujo a 438.000. Muchos palestinos se han puesto del lado del régimen sirio y han servido de reserva para el reclutamiento por parte del ejército sirio. La Brigada al-Quds, es la fuerza palestina con mayor nivel de capacidades militares, creada en octubre de 2013 y cuenta con unos 3.500 combatientes. Las Fuerzas de Galilea (Kuwat al-Yalil) son una fuerza militar de tipo miliciano creada en 2012. Sus varios miles de combatientes proceden de los campos de refugiados palestinos. Durante la guerra operaron en los montes Qalamoun, a lo largo de la frontera sirio-libanesa, donde Hezbollah desempeñó un papel central. Al Fatah, durante décadas enemigo del régimen sirio, no tiene una presencia real en Siria.
Hamas no sólo fue muy crítico con Assad durante la guerra civil siria, sino que apoyó activamente a sus opositores, especialmente a las organizaciones rebeldes afiliadas a los Hermanos Musulmanes. A lo largo de los años se ha producido un lento pero constante acercamiento entre el régimen sirio y Hamas, en parte como resultado de la presión ejercida por Irán y Hezbollah, que pretendían unificar a las fuerzas del “eje” en su resistencia a Israel. No fue hasta octubre del año pasado cuando Hamas restableció formalmente sus lazos con el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad.
Según investigadores israelíes del INSS, aunque el ambiente en Siria es generalmente de apoyo a los palestinos, Assad no está interesado en apoyar a Hamas, ya que el precio es una posible amenaza para su supervivencia. También es posible que Irán prefiera mantener a Siria al margen del conflicto, para salvaguardar su “activo sirio” y activarlo cuando Teherán lo decida. -
Teniendo en cuenta el largo periodo de desconfianza entre el régimen sirio y los dirigentes de Hamas, y las actuales consideraciones estratégicas de Damasco, es difícil que Siria se convierta en una plataforma y un refugio seguro para una campaña terrorista internacional de Hamas.
Argelia
En agosto de 2016 se abrió una oficina de representación de Hamas en Argelia, durante la visita oficial de seis días de algunos de sus dirigentes a Argelia, entre ellos Abu Marzouk, y el jefe de relaciones exteriores de Hamas, Osama Hamdan. Ahmed Yousef, antiguo asesor político de Ismail Haniyeh, afirmó que se trata de un gran logro político para Hamas a pesar de sus precarias relaciones regionales. Las presiones de la Autoridad Palestina sobre Argelia para que cerrara la oficina de Hamas fueron infructuosas. Argelia también respaldó a Hamas durante la guerra de Israel contra Gaza en 2008-2009, cuando se negó a considerar al movimiento grupo terrorista. La contribución de Siria a la fuerza material de Hamas es pequeña y es poco probable que haya desempeñado papel alguno en facilitar el asalto del 7 de octubre.
El gobierno argelino medió en octubre de 2022 en un acuerdo de reconciliación entre Al Fatah y Hamas que pretende resolver 15 años de discordia mediante nuevas elecciones en los territorios palestinos ocupados. El acuerdo se firmó después de que los líderes de 14 facciones, entre ellas el movimiento Al Fatah y Hamas, mantuvieran dos días de conversaciones en vísperas de una cumbre árabe en Argel. Como otros acuerdos en el pasado, no se materializó.
Los argelinos son conocidos por su apoyo incondicional a la causa palestina. Hace dos años, el Presidente Abdelmadjid Tebboune, en su primer discurso internacional en la AGNU desde su oficina de El-Mouradia, criticó duramente los Acuerdos de Abraham con Israel, subrayando que Argelia nunca se sumará rápidamente al proceso de “normalización”. Para Argelia, en la actual agitación geopolítica que está configurando toda la región MENA y el Magreb en particular, es imposible que Argelia dé la espalda a Palestina. En primer lugar, esto es consecuencia de las audaces posiciones antes mencionadas. En segundo lugar, también son cruciales las elevadas tensiones diplomáticas entre Argel y Rabat, que se han agravado debido al acercamiento estratégico de Rabat al Estado judío.
Recientemente, Abdulaziz Al Sager, presidente del Centro Saudí de Investigación del Golfo, tras una reunión con la directora para África del Norte y Oriente Próximo del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, Anne Grillo, en Riad, sugirió “evacuar” a Argelia a los líderes militares de Hamas, Mohammed Deif y Yahya Sinwar. Al parecer, se menciona Argelia como posible refugio para los dirigentes de Hamas por sus buenas relaciones con Qatar e Irán, principales patrocinadores del movimiento.
Teniendo en cuenta el apoyo histórico de Argelia al movimiento Fatah y a otros grupos terroristas palestinos activos en los años 60-80, Hamas podría estar bien posicionado para convencer a los dirigentes argelinos de que apoyen una campaña de terrorismo contra el Estado judío fuera de las fronteras del país.
Turquía
Desde la victoria de Hamas en las elecciones parlamentarias de la Autoridad Palestina en 2006, Turquía ha mantenido relaciones muy estrechas con Hamas, en el contexto más amplio de los objetivos ideológicos y estratégicos de Erdogan y su partido, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).
El apoyo operativo de Turquía a Hamas se materializó cuando el Mavi Marmara, un barco turco que transportaba a un considerable grupo de militantes turcos de la Fundación para los Derechos Humanos y las Libertades y la Ayuda Humanitaria (İnsan Hak ve Hürriyetleri İnsani Yardım Vakfi - IHH) al frente de una flotilla internacional, intentó romper el bloqueo israelí de la Franja de Gaza en mayo de 2010. Los dirigentes turcos apoyaron la provocadora flotilla de ayuda, que terminó en una operación militar israelí y en la muerte de nueve violentos militantes turcos de la IHH.
Desde la crisis diplomática y política del Mavi Marmara entre Turquía e Israel en 2010, y más aún desde el acuerdo de 2011 entre Israel y Hamas para liberar al soldado israelí Gilad Shalit a cambio de 1.027 presos palestinos y la expulsión de 10 operativos a Turquía, Turquía se ha convertido en un “segundo hogar” para los militantes y terroristas de Hamas. Allí invierten esfuerzos en reclutar miembros, acumular recursos financieros y cooperar con otros actores contra Israel. Desde 2014, Turquía acogía a Salah al-Arouri, alto miembro del buró político de Hamas y principal comandante operativo responsable de establecer, financiar y reforzar la infraestructura militar-terrorista de Hamas en Cisjordania, que operaba desde su cuartel general en Estambul. La ideología islamista del AKP y Hamas contribuyó a profundizar su relación, ya que comparten valores y una visión comunes.
La firma por Israel de los Acuerdos de Abraham ha ayudado al Estado judío a establecer relaciones sustanciales con los Estados árabes de su vecindad y ha marginado a Ankara. Israel y Turquía han logrado en la primavera de 2023 restablecer lazos diplomáticos a nivel de embajadores. Sin embargo, es poco probable que se materialice una relación basada en la confianza a menos que Turquía satisfaga algunas exigencias israelíes clave, como la expulsión de los dirigentes de Hamas de su territorio, así como el cierre de sus oficinas. Israel ha seguido adelante con el reciente acercamiento sin que Ankara accediera a esta petición.
Turquía condenó las muertes de civiles causadas por el atentado de Hamas del 7 de octubre en Israel, pero también instó a las fuerzas israelíes a actuar con moderación en su respuesta. A continuación, el presidente turco Erdogan, en sus comentarios más contundentes sobre el conflicto de Gaza, declaró que Hamas no era una organización terrorista, sino un grupo de liberación que luchaba por proteger las tierras palestinas. Indicando que los esfuerzos de normalización entre ambos países quedaban suspendidos, Erdogan acusó a Israel de aprovecharse de las “buenas intenciones” de Turquía y dijo que había cancelado una visita a Israel previamente prevista.
Dado que Hamas ha mantenido al menos parte de su infraestructura operativa en Turquía y que el régimen de Erdogan parece deseoso de respaldar al movimiento islamista a toda costa, Turquía podría ser una plataforma preferente para la futura actividad terrorista, en Europa y posiblemente en Asia Central.
Irán
Irán ha apoyado a Hamas, tras hacerse con el control de Gaza en junio de 2007, en el desarrollo de sus aparatos militares y de seguridad. Hamas se beneficia considerablemente del suministro de armas, tecnología, conocimientos técnicos y formación por parte de Irán. Este apoyo le permitió llevar a cabo los atentados del 7 de octubre contra Israel. La República Islámica ha considerado a Hamas un importante aliado suní en el ámbito palestino y ha utilizado esta relación para promover sus objetivos regionales, en particular frente a Israel.
La probable caída del régimen de Hamas obligará a todos sus dirigentes a buscar un refugio seguro frente a la ira de Israel. Sin duda, Teherán podría ser uno de los lugares más seguros para que se refugien.
Esta podría ser también la oportunidad, tanto para Hamas como para Irán, de cooperar y avanzar en su estrategia antiisraelí y antioccidental a través de un campo en el que Teherán se ha convertido en un maestro: el terrorismo internacional.
Con el telón de fondo del asesinato selectivo en Beirut de Saleh al-Arouri, considerado el número dos de Hamas, presidente del buró político de Hamas y responsable de la actividad terrorista de Hamas en Judea y Samaria, y la acusación infundada y descabellada del adjunto político del presidente Ebrahim Raisi, Mohammad Jamshidi, de que Israel y Estados Unidos estaban detrás del atentado en Kerman, Irán, cabe esperar una campaña de actos terroristas contra Israel y los judíos en todo el mundo por parte de una fuerza combinada de células o individuos de Hamas, Hezbollah y el CGRI.