La primera explosión del atentado en un acto cerca de la tumba del general iraní Qassem Soleimani fue obra de un atacante suicida, según reveló este jueves la agencia estatal persa IRNA.
El reporte señala que una fuente con acceso a la investigación indica que aunque la primera hipótesis apuntaba a paquetes explosivos, análisis posteriores e imágenes de cámaras de vigilancia apuntan a un acto suicida en el lugar.
La fuente, que no fue identificada por IRNA, añadió que todavía está en desarrollo la investigación sobre la segunda explosión, pero consideró probable que fuera de la misma naturaleza.
“El atacante suicida en el primer incidente era un hombre que quedó completamente desmembrado como resultado de la explosión y la identificación del atacante suicida está bajo investigación”, declaró.
Las explosiones ocurrieron con un intervalo de 15 minutos a 1,5 y 2,7 kilómetros de la tumba del fallecido general de la Guardia Revolucionaria iraní, considerado un mártir por el régimen y enterrado en la mezquita Saheb al Zaman en Kermán. En ese momento, una multitud conmemoraba el cuarto aniversario de su muerte.
El ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, había asegurado que el ataque fue perpetrado con materiales “altamente explosivos” y dirigidos a civiles, que recibieron heridas por metralla, lo que constituye un acto terrorista “reprensible, cobarde y malicioso”.
El atentado, que no ha sido reivindicado, dejó al menos 84 muertos, según el balance actualizado este jueves, rebajando las cifras ofrecidas en la víspera por los servicios de emergencia.
El atentado dejó “284 heridos”, de los cuales “195 siguen hospitalizados”, añadió el jefe de los servicios de emergencias del país, Jafar Miadfar, en la televisión estatal.
Vahidi advirtió sin embargo que el balance aún podía aumentar ya que algunos heridos se encuentran en un “estado crítico”.
El ministro aseguró que los “perpetradores” del ataque serán detenidos por las fuerzas de seguridad e Inteligencia y que quienes los apoyan “temerán la ira de la nación iraní”.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores iraní dijo en un comunicado que el país persa usará “toda posibilidad política, legal e internacional existente” para perseguir a los perpetradores del “odioso atentado terrorista” de Kerman y que éste sea condenado en todo el mundo.
El ataque se produjo en plena tensión en Medio Oriente y un día después de que el número dos del movimiento islamista palestino Hamas, Saleh Al Arouri, aliado de Irán, muriera en un ataque en Beirut, que las autoridades libanesas atribuyeron a Israel.
La Guardia Revolucionaria apuntó este jueves en un comunicado que el atentado “indiscriminado y rencoroso” en Kerman fue “un intento fallido de inducir inseguridad en el país” y un acto de “venganza por el gran respeto de la nación iraní” a Soleimaní, según la televisión estatal PressTV.
El Ejército iraní también condenó el ataque y advirtió de que “el acto despreciable no hará mella en la determinación y la voluntad de la nación iraní en su lucha contra el terrorismo y más bien aumentará su unidad y coherencia”, según la cadena estatal.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, aseguró el miércoles que Washington no tiene “razones para creer que Israel estuviera implicado” en el atentado y afirmó que “es demasiado pronto” para saber quién está detrás de lo sucedido.
Estados Unidos, así como gran parte de la comunidad internacional, expresaron sus condolencias y condenaron la doble explosión en Kerman, de la que hasta el momento ningún grupo ha asumido la autoría.
(Con información de AFP y EFE)