Ucrania hizo un nuevo llamado a la comunidad internacional por más refuerzos de armas y sanciones contra Rusia, que desde hace cinco días mantiene brutales ataques sobre diversas regiones del país, con al menos 500 misiles y drones destinados a su territorio desde entonces.
Luego de que este martes se produjera la última de estas ofensivas, sobre Kiev y Kharkiv, que dejó al menos cinco muertos y 127 heridos, el presidente Volodimir Zelensky conversó con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y abordó con él cuestiones de defensa de cara a un “mayor fortalecimiento” del escudo.
El mandatario británico se comprometió a continuar con sus aportes “sustanciales y versátiles” a los sistemas antiaéreos ucranianos, principalmente con el suministro de radares, sistemas avanzados antidrones y misiles, que Zelensky agradeció con entusiasmo.
Asimismo, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Valeri Zaluzhni, pidió en primera persona a los socios de Occidente que no abandonen al país y continúen con sus envíos, incluso a pesar del desgaste de los casi dos años de guerra.
“Hoy, la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania derribó diez de los diez misiles balísticos rusos Kh-47M2 Kinzhal (conocidos como Daga) utilizando el sistema Patriot. Esto es un récord. Si los misiles hubieran alcanzado el objetivo, las consecuencias habrían sido catastróficas”, explicó en un intento por persuadir a los aliados.
“No hay razón para creer que el enemigo se detendrá aquí, necesitamos más sistemas y municiones”, sumó a continuación.
En los últimos días y, en parte, como respuesta a las ofensivas ucranianas sobre Belgorod, Rusia intensificó sus maniobras sobre el país vecino, con oleadas diarias de ataques, considerados inclusive los mayores desde el inicio de la guerra. Este martes, sin ir más lejos, Moscú lanzó 99 misiles de todo tipo y 35 drones sobre la capital y Kharkiv y, previo a ello, en Nochevieja, Ucrania confirmó otra cifra récord de vehículos no tripulados en su territorio. Entonces, se trató de 90 drones apuntados hacia Lviv y Odessa.
Tal es la magnitud de estas acciones que Polonia y Estados Unidos decidieron movilizar dos cazas F-16 y un avión cisterna sobre la zona “para garantizar la seguridad del espacio aéreo” y vigilar “constantemente la situación en el territorio de Ucrania”.
Por su parte, la coordinadora humanitaria de la ONU en Ucrania, Denise Brown, manifestó su rechazo y recordó al Kremlin que los ataques indiscriminados contra la población civil están prohibidos por el Derecho Internacional.
“Por tercer día consecutivo, los ataques aéreos a gran escala de Rusia han matado a personas, incluídos niños, y han dañado viviendas y otras infraestructuras civiles. En nombre de la comunidad humanitaria, reafirmo una vez más nuestro compromiso de seguir apoyando al pueblo de Ucrania, que sufre la destrucción causada por la invasión de Rusia”, dijo en un comunicado.
El ministro de Asuntos Exteriores, Dimitro Kuleba, también se pronunció al respecto y, además de condenar las acciones de Rusia, expresó su confianza en el respaldo de la comunidad internacional.
“El régimen terrorista de Moscú debe comprender que la comunidad internacional no cerrará los ojos ante el asesinato de civiles y la destrucción de infraestructura civil en Ucrania. Esperamos que todos los Estados condenen enérgicamente este ataque y tomen medidas decisivas”, señaló en un mensaje en redes sociales en el que mencionó otras formas de ayuda además del suministro de armas, entre ellas la aprobación del uso de activos rusos congelados para cubrir sus necesidades o el aislamiento de diplomáticos rusos.
(Con información de EFE y Europa Press)