La policía de Corea del Sur registró el miércoles la vivienda y la oficina de un hombre que apuñaló en el cuello al líder de la oposición, Lee Jae-myung, quien estaba hospitalizado en una unidad de cuidados intensivos, dijeron las autoridades.
La agresión se produjo en la víspera, cuando Lee pasaba entre una multitud de reporteros tras visitar las obras de un nuevo aeropuerto en la ciudad de Busán, en el sureste del país. El atacante, que se hizo pasar por un simpatizante, se acercó a Lee pidiéndole un autógrafo antes de sacar un cuchillo de 18 centímetros (7 pulgadas) para apuñalarlo.
Tras ser atendido de urgencia en Busán, Lee fue trasladado en helicóptero al Hospital de la Universidad Nacional de Seúl, donde se sometió a una cirugía. Cho Jeong-sik, secretario general de su partido, explicó el miércoles que la operación de dos horas fue un éxito y que Lee seguía en la UCI del centro para recuperarse. La policía y los servicios de emergencia habían dicho que Lee estaba consciente tras la agresión y que no estaba en estado crítico.
El sospechoso fue detenido por la policía inmediatamente después del ataque. Según la policía, dijo a los investigadores que había tratado de asesinar al político y que preparó su ataque en solitario, pero se desconocen sus motivos.
La policía de Busán dijo que envió a agentes a registrar la residencia y la oficina del detenido en la ciudad de Asan, en el centro del país, el miércoles como parte de su investigación. Las autoridades indicaron que prevén pedir una orden de arresto formal en su contra por presunto intento de asesinato.
La policía reveló pocos detalles más acerca del sospechoso a excepción de que tiene unos 67 años y que compró el cuchillo de escalada por internet. Las autoridades se negaron a revelar qué tipo de oficina tiene en Asan, pero las fotos de la prensa local mostraban a los agentes revisando una inmobiliaria.
Lee, de 59 años, es un político liberal con un estilo directo que perdió las elecciones de 2022 frente al presidente, Yoon Suk Yeol, por 0,7 puntos porcentuales, el margen más estrecho registrado nunca en unos comicios presidenciales surcoreanos. La ajustada carrera presidencial y las disputas postelectorales entre sus aliados han agravado la división entre conservadores y liberales en el país.
Las encuestas recientes han situado a Lee como uno de los dos favoritos para las próximas presidenciales de 2027, junto con el popular exministro de Justicia de Yoon, Han Dong-hoon. La ley impide que Yoon pueda presentarse a la reelección.
En una reunión de Año Nuevo con altos funcionarios, políticos y ciudadanos, Yoon repitió el miércoles su deseo de una pronta recuperación para Lee. Además, calificó la agresión como “un ataque terrorista” que es “enemigo para todos nosotros y un enemigo a la democracia liberal”, según su oficina. Se suponía que Lee asistiría a esa reunión.
Lee ha sido un crítico vocal de Yoon. El año pasado, lanzó una huelga de hambre de 24 días para protestar contra las principales políticas de Yoon, incluida lo que llamó la negativa de Yoon a oponerse firmemente a la liberación por parte de Japón de aguas residuales radiactivas tratadas de su paralizada central nuclear de Fukushima.
Lee ha estado lidiando con una prolongada investigación de los fiscales sobre una variedad de acusaciones de corrupción. Lee ha negado haber cometido irregularidades legales y acusó al gobierno de Yoon de perseguir una vendetta política.
(con información de AP)