Las ventas de las 100 principales promotoras inmobiliarias de China cayeron un 16,5% interanual en 2023, según datos de la consultora especializada CRIC de los que se hace eco este martes el diario hongkonés South China Morning Post.
En total, estas compañías cerraron ventas por importe de unos 5,4 billones de yuanes (757.841 millones de dólares), y tan solo 16 de las 100 lograron superar los 100.000 millones de yuanes (14.034 millones de dólares) a lo largo del año, lo que supone cuatro menos que en 2022.
En diciembre, el valor de las transacciones firmadas por el citado centenar de compañías fue un 34,6% inferior al del mismo mes del año anterior, una caída 5 puntos más profunda a la de noviembre, aunque en la comparación intermensual subió un 15,7%.
Estas cifras se registraron pese a que las principales promotoras del gigante asiático -incluyendo, al menos, a 8 de las 10 mayores- ofrecieron descuentos especiales para tratar de impulsar sus ventas en diversas zonas del país como Beijing, Hunan (centro) o Fujian (sureste).
El descenso se está notando también incluso en las cuatro principales ciudades del país -Beijing, Shanghái, Cantón y Shenzhen-, donde las ventas bajaron un 2% interanual en 2023.
A lo largo de los últimos meses del año, las autoridades de esas cuatro megalópolis aprobaron medidas para reducir los porcentajes de la entrada que deben abonar aquellos que deseen adquirir su primera vivienda o ampliar la definición de “viviendas que no son de lujo” con el objetivo de que más compradores puedan acogerse a los beneficios ofrecidos.
”El sector inmobiliario está todavía en una situación en la que no está fuera de peligro, pese a que los reguladores han impulsado políticas de rescate, incluidas las orientadas a la demanda de financiación por parte de las promotoras”, explicó CRIC en el informe.
La consultora espera que las ventas se mantengan planas o que incluso bajen algo más en enero, y apunta que este aletargamiento seguirá lastrando la liquidez de las promotoras a corto plazo, ya que la posible recuperación y el restablecimiento de la confianza de los compradores son objetivos que llevará tiempo conseguir.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Beijing anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.
En los últimos meses, ante la coyuntura, el régimen anunció diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras.
Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estima en torno a un 30%, según algunos analistas.
(Con información de EFE)