Un adolescente, cuya edad no fue precisada, ha muerto este jueves a raíz de un ataque de un tiburón en una recóndita zona costera del sur de Australia, informó la Policía.
El ataque ocurrió alrededor de la 13:30 hora local (3:00 GMT) en la playa Ethel, cerca del Parque Nacional Innes, en el estado de Australia del Sur, explicó en un comunicado la Policía de esta jurisdicción australiana.
“Es la parte más abierta al océano abierto... esa es el área principal que recibe el oleaje”, dijo Marty Goody, un residente local que ha surfeado en el área durante décadas, a la Australian Broadcasting Corp.
En un primer momento, las autoridades apuntaron que los servicios de emergencia habían sido movilizados hasta la playa de difícil acceso, que se encuentra al pie de un gran acantilado, para atender a la víctima que sufría heridas de gravedad.
Sin embargo, horas después indicaron que el varón, cuya edad no fue precisada, falleció por las lesiones y “el cuerpo del adolescente fue recuperado del agua”.
En octubre se registraron dos ataques de escualos en aguas de esta región, con resultado de la muerte de un surfista de 55 años y otro que ocasionó heridas en la pierna de una nadadora que sobrevivió al ataque.
En mayo, otro hombre, de 46 años, perdió la vida mientras surfeaba al sufrir un ataque de tiburón en una playa de la ciudad costera de Elliston, también en Australia del Sur, a unos 100 kilómetros al sur de Granites Beach. Su cuerpo nunca fue recuperado.
Mientras que en febrero una adolescente de 16 años perdió la vida a raíz de un ataque de un tiburón en un río de Australia Occidental.
El inquietante aumento del número de tiburones y sus encuentros fatales con humanos han provocado una mayor sensación de alarma entre la comunidad de surfistas locales y los visitantes por igual, comentó el medio bnn.
Pese a ello, los ataques de tiburones contra los seres humanos no son habituales y, según el último informe anual del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF, en inglés) de la Universidad de Florida), en 2022 se registraron 57 ataques no provocados de tiburones en todo el mundo, la cifra más baja de los últimos diez años.
En respuesta a la reciente serie de ataques, las autoridades del sur de Australia han acelerado las patrullas aéreas en las playas, con el objetivo de garantizar la seguridad de los bañistas durante la bulliciosa temporada navideña.
La presencia de grandes tiburones, como los balleneros de bronce, en las aguas cercanas a Marion Bay y el Parque Nacional Innes es un hecho común, como lo reconocen los operadores locales de excursiones pesqueras. Sin embargo, los recientes ataques han planteado dudas sobre la idoneidad de las medidas de seguridad actuales y la necesidad de una mayor vigilancia, explicó el medio.
(con información de EFE, Reuters y EP)