El líder de la oposición de Israel y miembro del gobierno de emergencia, Benny Gantz, reiteró este miércoles su advertencia contra la milicia chií libanesa Hezbollah y aseguró que el Ejército no dudará en actuar si la situación en la frontera norte empeora.
Desde que inició la guerra entre Israel y Hamas, esta milicia proiraní se sumó a las ofensivas contra el Estado judío en señal de apoyo al grupo palestino. Tel Aviv repele a diario decenas de misiles provenientes de Beirut y, en un intento por evitar una escalada regional del conflicto, instó al Ejecutivo del Líbano a negociar un acuerdo diplomático que pusiera fin a las hostilidades. Sin embargo, Israel no ha recibido hasta el momento una respuesta positiva, por lo que se mantiene alerta en este frente, preparado para cualquier escenario.
“El reloj de arena para un acuerdo diplomático se está acabando y todas las opciones están sobre la mesa para garantizar la seguridad del Estado de Israel y devolver a los residentes del norte a sus hogares”, sostuvo Gantz y mientras el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa (FDI), teniente general Herzi Halevi, señaló que las tropas en el norte están “en un nivel muy alto de preparación”, listas para intervenir en “una ofensiva, si es necesario”.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, ha resaltado que las tropas en el norte de Israel están “en un nivel muy alto de preparación”. “Tenemos que estar preparados para una ofensiva, si es necesario”, ha agregado.
Inclusive, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Eli Cohen, había amenazado en el pasado al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, con ser el próximo objetivo en la guerra. “Nasrallah debería entender que él es el siguiente en la fila. Si no quiere serlo, debería implementar inmediatamente la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU y mantener a Hezbollah alejado del norte de Israel”, sostuvo tiempo atrás.
En su mensaje, el funcionario hacía referencia a la resolución 1.701 de aquel organismo, adoptada en 2006, en el que los miembros definieron que el grupo chií libanés debía retirarse de la zona fronteriza, luego de la guerra entre las partes ese mismo año.
En ese sentido, en pos de agotar las instancias diplomáticas, Tel Aviv organizó este miércoles una visita a esta región límite con diez embajadores, a fin de “presionar” al Ejecutivo de Beirut para que tome cartas en el asunto. “El recorrido es parte de la política y de la actividad diplomática del Ministerio de Exteriores para ejercer presión internacional sobre el Gobierno libanés (...) para evitar una guerra en el Líbano”, informaron desde la cartera en un comunicado.
Esta es la mayor escalada de tensiones entre Israel y Hezbollah desde los combates de 2006, que ha obligado a las Fuerzas de Defensa a movilizar más de 200.000 soldados a la frontera norte y a unos 80.000 civiles a abandonar sus hogares por seguridad; así todo, aún se registran ofensivas a diario.
Sin ir más lejos, en esta jornada la milicia lanzó 30 misiles contra la ciudad de Kiryat Shmona y cuatro de ellos impactaron contra la estructura civil mientras tres fueron interceptados por la Cúpula de Hierro y, los restantes, cayeron en zonas abiertas. Por su parte, las tropas de Benjamin Netanyahu respondieron con una fuerte maniobra sobre “los focos de fuego” y “áreas adicionales en el Líbano”, así como “posiciones militares” e infraestructura terrorista.
(Con información de EFE y Europa Press)