El Gobierno de Israel aseguró este miércoles la muerte de otros 22 rehenes de Hamas en Gaza y dijo que sus cuerpos siguen en poder de los terroristas. El portavoz del Ejecutivo, Eylon Levy, declaró en las últimas horas que estos civiles fueron “asesinados” por la milicia palestina tras lo que quedarían ahora unos 107 civiles privados de su libertad, a 82 días de iniciada la guerra.
Levy reiteró nuevamente sus críticas a la Cruz Roja, organización a la que acusa de tener una postura parcial en el conflicto, y le exigió que “haga más” por asistir a los rehenes más vulnerables que “han sido enterrados vivos” en su cautiverio”.
Aquel sábado de octubre en que tuvo lugar la incursión terrestre enemiga en Israel, cerca de 240 personas fueron secuestradas y llevadas a la Franja de Gaza. Gracias a la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos, semanas más tarde, a finales de noviembre, el gabinete de guerra de Tel Aviv y la milicia proiraní acordaron una tregua en la que 105 de estos civiles volvieron al país.
Sin embargo, al cabo de una semana, el acuerdo llegó a su fin, se retomaron las hostilidades y, con ello, la presión de las familias por alcanzar un nuevo pacto que permita la vuelta segura de sus seres queridos. A esto se sumó también la recuperación de algunos cadáveres y la muerte por error de tres rehenes en un ataque de las Fuerzas de Defensa.
Es por ello que en los últimos días comenzó a evaluarse la posibilidad de una nueva tregua, con Israel abierto a aceptar otro cese temporal en los combates. Estamos “preparados para otra pausa humanitaria y ayuda humanitaria adicional (a Gaza) para hacer posible la liberación de rehenes”, declaró el pasado 19 de diciembre el presidente Isaac Herzog luego de que se conociera que en los días previos el jefe del Mossad, David Banrea, había estado reunido junto al director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), Bill Burns, y el primer ministro de Qatar, Sheikh Mohammed bin Adbulrahman Al Thani, en Varsovia.
Sin embargo, el grupo palestino no tardó en responder a estas versiones y, por el contrario, dio a entender que esta instancia está lejos de alcanzarse.
“Afirmamos nuestra posición de rechazar categóricamente el mantener cualquier forma de negociaciones sobre el intercambio de prisioneros mientras continúe la guerra genocida de Israel”, difundió la milicia en un comunicado y señaló que sólo considerará “cualquier iniciativa que contribuya a acabar la agresión a nuestra gente y a abrir los cruces para traer a los palestinos”.
Israel se mantiene firme en su negativa a un cese total de los ataques -muy solicitado también por la comunidad internacional- ya que considera que ello sólo permitiría a Hamas fortalecerse de cara a futuros ataques y no solucionaría de ninguna manera esta amenaza contra el país.
Así, en los últimos días, mientras las tropas realizan tareas de limpieza de terroristas en el norte de la Franja, aseguran sus posiciones en el sur -en bastiones clave como Khan Younis- y avanzan sobre el centro, el primer ministro Benjamin Netanyahu insistió en que “la guerra continuará hasta que Hamas sea eliminado” y que se mantiene como otro de los objetivos en esta lucha “la liberación de nuestros rehenes”.
“Estamos atacando a Hamas con fuego, fuego infernal. En todas partes (...) atacamos a sus combatientes de cerca y de lejos. Todos los terroristas de Hamas, desde el primero hasta el último, son mortales. Tienen dos opciones: rendirse o morir”, advirtió.
(Con información de EFE)