Un ataque ucraniano con drones a la región ocupada del Donetsk resultó en doce heridos

En 2014 pasó a estar bajo el control de separatistas prorrusos liderados por Moscú, y es bombardeada con frecuencia por las fuerzas ucranianas

Guardar
FOTO DE ARCHIVO. El lanzamiento
FOTO DE ARCHIVO. El lanzamiento de un proyectil por un dron en el distrito de Kirov de la capital regional dejó 12 heridos (REUTERS/Inna Varenytsia)

Al menos 12 personas, incluyendo socorristas, fueron heridos este viernes por el ataque de un dron ucraniano en Donetsk, una gran ciudad del este de Ucrania en manos de Moscú, anunciaron las autoridades de ocupación.

“El lanzamiento de un proyectil por un dron en el distrito de Kirov de la capital regional dejó 12 heridos hoy”, informó en Telegram Denis Pushilin, que dirige la ocupación en la región de Donetsk y en la ciudad epónima.

Entre los heridos hay cinco socorristas y empleados de los servicios municipales, precisó.

Según Pushilin, la ciudad también fue blanco de tiros de artillería ucranianos, que dañaron un edificio residencial e infraestructuras civiles.

La ciudad de Donetsk, que en 2014 pasó a estar bajo el control de separatistas prorrusos liderados por Moscú, es bombardeada con frecuencia por las fuerzas ucranianas.

La de Donetsk es una de las cinco regiones ocupadas parcialmente por Rusia, y cuya anexión reivindicó Vladimir Putin en septiembre de 2022.

Ucrania termina el año con el frente estancado debido a la escasez de munición y en medio de la incertidumbre sobre la continuidad de la asistencia militar estadounidense, mientras el Ejército ruso ha recuperado un año después la iniciativa en varios sectores del frente.

La falta de resultados en
La falta de resultados en el campo de batalla también ha tenido un coste político en la retaguardia. El jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas (Europa Press/Contacto/Pool /Ukrainian Presidentia)

La falta de resultados en el campo de batalla también ha tenido un coste político en la retaguardia. El jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Valeri Zaluzhni, admitió en un polémico artículo que la contraofensiva se había atascado, lo que amenazaba con congelar el conflicto y favorecer claramente al Kremlin.

Su grito de auxilio no gustó nada al optimista presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, quien le recomendó que no se metiera en política. A las críticas al hasta hace poco intocable líder se sumó el alcalde de Kiev y su antiguo asesor, Oleksi Arestóvich.

Después de muchos meses de espera, tanto en Kiev como en Occidente, el Ejército ucraniano lanzó el 4 de junio la esperada contraofensiva en el frente sur con la vista puesta en el mar de Azov.

Pero era demasiado tarde como se demostró después, ya que a las tropas rusas les dio tiempo a preparar una línea de defensa casi impenetrable compuesta por fortificaciones e intransitables campos de minas.

Los ucranianos lograron tomar algunas valiosas localidades y unos 500 kilómetros cuadrados de territorio, pero perdieron muchos hombres y equipos occidentales en el camino y nunca tuvieron a tiro de cañón Melitópol, principal bastión enemigo en la región de Zaporizhzhia.

En las últimas semanas la prensa estadounidense sacó a la luz las discrepancias entre los generales ucranianos y estadounidenses, tanto en materia de estrategia militar como de cuestiones logísticas.

Para deshacer las tablas, Zaluzhni cree necesario que los aliados doten a Kiev de una superioridad tecnológica clara sobre el enemigo, algo que por el momento está lejos de producirse.

Mientras la contraofensiva zozobraba, Ucrania sí logró éxitos inesperados en el mar Negro, donde Rusia también cuenta con una clara superioridad naval.

Con incisivas operaciones de sabotaje terrestres, marítimas y aéreas, que golpearon las bases, arsenales y los propios buques de la flota rusa, Kiev obligó a la Armada rusa a trasladar el grueso de sus barcos a la Rusia continental.

Ahora que se acerca el décimo aniversario de la anexión de la península, Kiev también logró su objetivo de convertir Crimea en una región inestable con oleadas de ataques con drones y misiles.

El puente de Crimea, el único eslabón entre la península y la Rusia continental, también volvió a tambalearse, aunque resiste por el momento las intentonas ucranianas de cortar esa estratégica vía de suministro de armamento.

Los ucranianos también lograron después de innumerables intentos poner sus botas al sur del río Dniéper, en la región de Jersón, un quebradero de cabeza para Moscú, aunque la cabeza de playa no tiene más que unos pocos kilómetros de ancho.

(Con información de AFP y EFE)

Guardar