El chileno Nicolás Zepeda, juzgado en Francia por el asesinato de su ex novia japonesa Narumi Kurosaki en 2016, enfrentó este martes un duro interrogatorio por parte de la acusación, que busca dejar en evidencia una relación de dominación que habría conducido a un asesinato.
El acusado, que niega los hechos, enfrenta la cadena perpetua. En primera instancia, un juzgado lo condenó en 2022 a 28 años de prisión por el asesinato premeditado en Besanzón (este) de Kurosaki, cuyo cuerpo nunca apareció, pero recurrió la condena.
Durante el interrogatorio, iniciado el lunes en el tribunal de apelación de Vesoul, en el este de Francia, Zepeda evocó una relación con Narumi, a quien conoció en Japón en 2014, basada en el “respeto” y los “cuidados”, aunque con discusiones porque ambos eran “celosos”.
Su versión está “disneylandizada”, dijo este martes a la prensa Randall Schwerdorffer, abogado de Arthur del Picollo --novio de Kurosaki en el momento de su desaparición--.
“Se atreve a todo, no tiene límites”, porque “intenta salvar el pellejo”, agregó.
“Nunca causarás problemas”
“Hay una cosa que me intriga sobre su concepción de pareja”, le espetó por su parte la abogada de la familia de Narumi, Sylvie Galley, quien leyó mensajes enviados por el acusado a su entonces novia en la que le pide ser “una buena chica, una buena mujer”.
U otro mensaje en el que el chileno le diría: “Nunca causarás problemas, nunca te enfadarás, nunca serás mala, nunca tendrás una mala palabra, nunca negociarás nada”, leyó Galley, ante un acusado de pie en el banquillo de los acusados, vestido con un polar negro.
“Esta conversación viene de una discusión, cuando hablamos de las condiciones para hallar bases para la relación, sobre cómo reparar algo que no está funcionando. Hablamos de lo que habría que hacer para que funcione”, respondió.
En otro de los mensajes mencionados por la letrada, Kurosaki le recrimina que la dejara embarazada y que no lo asumiera. “Tú has hecho daño a mi cuerpo, tú me has tomado mucho dinero, tú me has tomado mi futuro hijo”, continuó leyendo la abogada.
“Nunca ha estado embarazada”, afirmó el acusado, para quien Kurosaki, a quien habría acompañado al médico en Japón porque estaba preocupada por un retraso en la regla, le envió ese mensaje en un contexto de fuerte discusión.
Respuestas imprecisas
“Yo he esperado mucho este momento, pese a la presión, al estrés. Es una acusación horrible por algo que no he hecho”, dijo Zepeda en el comienzo del interrogatorio el lunes.
Aunque el joven de 33 años dijo que estaba “listo para responder a las preguntas” sin ambages, ya que “ya no [tenía] miedo”, se reafirmó en la mayoría de su versión y se mostró impreciso cuando las preguntas se volvían más precisas.
El principal cambio de versión durante el interrogatorio de más de cuatro horas por parte del presidente François Arnaud fue cuando explicó cómo se encontró con Narumi el 4 de diciembre frente a su residencia de estudiantes de Besanzón.
Zepeda explicó que había escrito en un hoja de papel de tamaño A4 habría “Nicomi” --contracción de Nicolás y Narumi-- en “japonés fonético”. Luego la colocó en la parte trasera del auto que había alquilado y que estaba aparcado frente a la residencia universitaria.
Fue entonces cuando según su versión apareció Narumi.
“Noto que alguien toma la hoja. Salgo del vehículo (...) y la veo ante mí. Llora, me mira y me dice: ‘Pensaba que no volvería a verte’”, narró Nicolás Zepeda, quien asegura haber roto con ella unos dos meses antes.
El chileno reconoció además por primera vez que compró el 6 de diciembre un billete de tren Besanzón-Lyon a nombre de Kurosaki con la tarjeta de la japonesa desde un centro comercial de Dijon “a pedido de ella”. La acusación cree que esta compra formaba parte de una estrategia para hacer creer que estaba viva.
“Mentiras fenomenales”
“Todo cambió. La versión es diametralmente opuesta a la que dio en primera instancia”, dijo a la prensa Swerdorffer, el abogado del novio de Narumi en el momento de su desaparición, criticando las “mentiras fenomenales” de “las nuevas historias del pequeño Nicolás”.
El abogado defensor, Renaud Portejoie, rechazó no obstante que las respuestas en ocasiones “confusas” de su cliente respondan a una estrategia ante preguntas comprometedoras. “Es su manera de responder”, subrayó.
Los abogados actuales de Zepeda --Portejoie y Sylvain Cormier-- buscaron dar “otra lectura del caso”, con una estrategia basada en la citación de nuevos testigos y la presentación de otro informe psiquiátrico.
Desde el inicio hace dos semanas del proceso de apelación, Zepeda ya reconoció que cruzó el Atlántico para verla y no para asistir un congreso en Suiza como afirmaba, y que entró en la residencia de la joven de 21 años días antes de su reencuentro y su desaparición.
La acusación considera que la mató en la madrugada del 5 de noviembre en su habitación, asfixiándola o estrangulándola, antes de deshacerse de su cuerpo en una zona boscosa entre Dijon y Besanzón, atravesada por el río Doubs.
Zepeda afirma que no la mató, que mantuvieron una relación sexual esa noche y “quizás” la mañana siguiente, pero no recuerda precisamente qué hizo con el preservativo y su envoltorio, y que se marchó de su habitación en la madrugada del 6 de diciembre.
Y sobre su paseo en auto por la zona boscosa al suroeste de Besanzón, días antes de la desaparición, explicó al tribunal: “Me encuentro con pueblos con luces de Navidad. Esta Navidad de película del hemisferio norte, que yo no tengo”.
Una de las respuestas que sorprendieron a una sala de audiencias, abarrotada de público, fue cuando justificó como un “reflejo de la vida” diaria la compra de cinco litros de combustible, de cerillas y de un producto de limpieza.
El juicio estuvo marcado por una relación agitada del acusado con sus abogados. Su letrada en primera instancia, la prestigiosa Jacqueline Laffont, confesó haber terminado el primer proceso “muy afectada”. El acusado, de familia acomodada, cambió la letrada del ex presidente francés Nicolas Sarkozy por Vey. Y antes de la apelación, el letrado Julien Dreyfus, que debía defenderlo junto a Portejoie, también se desistió.
Su padre, Humberto Zepeda, defendió al hijo en el comienzo del juicio afirmando que “nadie puede asegurar que Narumi hoy día esta fallecida. Científicamente, no se puede”.
El veredicto se espera el jueves.