La Unión Europea ha adoptado este lunes una nueva tanda de sanciones contra Rusia, la 12ª ronda en respuesta a la agresión militar contra Ucrania, que incluye por primera vez restricciones al sector de los diamantes después de meses preparando este paso que incluye la puesta en marcha de un sistema de trazabilidad para garantizar que no se comercializan diamantes rusos pulidos en terceros países.
En concreto, los Veintisiete dan el paso de prohibir “la importación, compra o transferencia directa o indirecta de diamantes procedentes de Rusia”. La norma se aplicará a partir del 1 de enero de 2024 a los diamantes no industriales originarios de Rusia, pero también a los que exporte o estén en tránsito por Rusia y a los diamantes rusos tallados o pulidos en terceros países.
La prohibición indirecta de la importación de diamantes rusos tallados afectará a joyas que incorporen diamantes originarios de Rusia, una medida de aplicación progresiva desde el 1 de marzo de 2024 y que estará plenamente vigente el 1 de septiembre de 2024. En un comunicado, el Consejo justifica esta medida por la necesidad de desplegar un mecanismo de trazabilidad en Bélgica, que se aplicará a toda la UE, que permita la aplicación eficaz del veto al comercio de diamantes rusos y minimice las perturbaciones en el mercado.
Las sanciones a los diamantes rusos estaban en el punto de mira desde hace meses pero la no UE había actuado todavía por el bloqueo de Bélgica, país por el que circula el 85 por ciento del comercio mundial. “Los diamantes rusos no son para siempre. Acojo con satisfacción la adopción del duodécimo paquete de sanciones económicas e individuales contra Rusia, dirigidas a sectores de alto valor de la economía rusa y que hacen más difícil eludir las sanciones de la UE”, ha valorado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Este paso llega después de los trabajos mano a mano entre la Comisión Europea y Bélgica para contar con un mecanismo que garantice el origen de los diamantes y tras la visita de un equipo técnico del G7 a Amberes a mediados de noviembre para probar este mecanismo. La Comisión Europea ha explicado en un comunicado que este paso forma parte de una acción coordinada que busca cortar una importante fuente de ingresos a Moscú estimada en 4.000 millones.
El nuevo paquete también afecta a la importación de materias primas para la producción de acero, productos transformados de aluminio y otros bienes metálicos, así como restricciones adicionales a exportación a Rusia de bienes industriales y tecnológicos avanzados de uso civil y militar por valor de 2.300 millones de euros al año.
La nueva ronda también añade a la ‘lista negra’ europea a más de 140 personas y entidades que estarán sujetas a la congelación de activos y prohibición de viaje. Se trata de responsables militares rusos y empresas del sector de la Defensa así como actores tecnológicos y económicos que facilitan la invasión rusa de Ucrania.
La UE pone en marcha sanciones a los responsables de las recientes elecciones ilegales en territorios ocupados en Ucrania y a los responsables de la “reeducación forzosa de niños ucranianos”. También se amplía las medidas a agentes que esparcen desinformación y propaganda en apoyo a la agresión rusa.
Los Veintisiete sancionan igualmente a 29 entidades rusas, incluyendo dos empresas en Uzbekistán y Singapur, por su relación con el sector militar-industrial de Moscú y aplican una prohibición de suministrar software empresarial al gobierno ruso o a empresas rusas, con el objetivo de obstaculizar la capacidad industrial rusa.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ha celebrado la aprobación de las sanciones, señalando que “el Estado agresor debe sentir que la presión del mundo libre, así como el coste de la agresión, aumenta”.
Asimismo, también ha considerado “clave” aplicar de manera “efectiva” el régimen de sanciones ya en vigor, lo que implica perseguir cualquier posible laguna. “Ni el agresor ni cualquier criminal que lo ayude a evadir las sanciones debería poder sortear las restricciones”, ha reclamado el mandatario ucraniano en su mensaje.
Sanciones energéticas
La UE pone coto a algunos sectores energéticos que todavía no estaban sujetos a sanciones e impone una nueva prohibición de importar gas licuado de petróleo por valor anual de más de 1.000 millones de euros, con una protección de los contratos existentes durante un periodo máximo de 12 meses.
Asimismo, el bloque europeo toma una serie de medidas para garantizar que se cumple el precio máximo al precio del petróleo ruso, que aplica desde principios de 2023, y evitar así una potencial elusión de sanciones. Así pondrá en marcha un mecanismo de intercambio de información que permitirá identificar mejor los buques y entidades que lleven transferencias de crudo de buque a buque utilizadas para ocultar el origen o el destino de la carga.
Los Veintisiete también adoptan una obligación de notificación para la venta de buques petroleros a cualquier tercer país, un paso que persigue hacer más transparente su venta y exportación, al entender que los buques de segunda mano pueden acabar en manos de Moscú o utilizarse para eludir la prohibición de importar crudo petrolíferos rusos.