El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en inglés) anunció este domingo que encontraron un dispositivo de escucha en el futuro despacho del jefe del ejército ucraniano, Valerii Zaluzhny, pero precisaron que ese aparato “no estaba operativo”.
El dispositivo “no fue encontrado directamente en el despacho de Valeri Zaluzhni, sino en las oficinas que podría utilizar para su trabajo en el futuro”, indicaron los servicios de seguridad de Ucrania en Telegram.
Las autoridades abrieron una investigación “por uso ilegal de medios técnicos especiales para obtener informaciones”, añadieron los servicios de seguridad, que no aportaron detalles sobre los responsables de ese posible espionaje.
Según su mensaje en Telegram, “el aparato no estaba operativo. No se encontró ningún dispositivo de almacenaje de datos o transmisión de audio a distancia. El dispositivo será examinado”.
Bajo la autoridad del presidente, Volodimir Zelensky, Zaluzhni dirige las operaciones militares ucranianas en la guerra con Rusia.
Tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana, iniciada en junio, medios locales e internacionales hablaron de una tensión creciente en las relaciones entre Zaluzhni y Zelensky.
En agosto, El SBU informó de la detención en Kiev de un individuo que supuestamente había transmitido a Moscú geolocalizaciones de emplazamientos de las fuerzas armadas ucranianas en la capital.
“El enemigo estaba interesado principalmente en las bases de reparación de las Fuerzas Armadas, donde se lleva a cabo el mantenimiento y la reparación del equipamiento ucraniano”, señaló el SBU en un comunicado.
Los servicios de seguridad lo sorprendieron “con las manos en la masa” mientras filmaba en video una base militar e introducía sus coordenadas de GPS en un mapa electrónico.
El objetivo de las informaciones que transmitía a Moscú era la preparación de nuevos ataques aéreos contra Kiev o localidades circundantes, según el Servicio de Seguridad ucraniano.
Rusia ha adoptado métodos de espionaje más arriesgados tras la expulsión de espías que operaban bajo cobertura diplomática en Europa. Durante el último año, varias personas que llevaban vidas aparentemente comunes en diferentes partes del mundo han sido acusadas de ser agentes o colaboradores de la inteligencia rusa.
Además, se ha señalado a muchos otros por transmitir información a Rusia. Esto incluye a un guardia de seguridad de la embajada británica en Berlín, condenado a 13 años de prisión, y a más de una docena de personas en Polonia acusadas de trabajar para la inteligencia rusa.
Rusia atacó Kiev por sexta vez en el mes
Por otra parte, Rusia atacó el viernes con drones iraníes la capital ucraniana por sexta vez desde principios de mes y lanzó decenas más sobre otras regiones del país, según la Administración Militar de Kiev y la Fuerza Aérea de Ucrania.
“¡El sexto ataque aéreo contra Kiev desde principios de mes”, señaló el jefe de la Administración Militar de Kiev, Serguí Popko, en su canal de Telegram.
Indicó que Rusia ha vuelto a las tácticas de mayo pasado cuando combinaba y alternaba constantemente los tipos de ataques aéreos entre drones y misiles de crucero.
“Esta noche, después de tres días de amenazas balísticas, el enemigo volvió a lanzar Shahed (iraníes) sobre la capital. Los vehículos aéreos no tripulados atacaron en grupos, en oleadas y desde diferentes direcciones. Todos los objetivos enemigos fueron destruidos por fuerzas y medios de defensa aérea”, aseguró Popko.
Explicó que nadie resultó herido en la ciudad como resultado de la acción de la defensa antiaérea y la caída de fragmentos.
Popko lanzó asimismo un mensaje a la población de la capital al afirmar que “el enemigo intensificó los ataques aéreos contra la principal ciudad del país y por tanto pido a todos los residentes de Kiev que no ignoren las alarmas antiaéreas y sigan siempre las instrucciones de seguridad”.
(Con información de AFP)