Alex Batty, el joven británico de 17 años que desapareció hace seis en España y fue encontrado este viernes en Francia, finalmente regresará a su país y se reencontrará con su abuela. El menor, originario de la ciudad inglesa de Oldham, será llevado a la casa de su custodio legal, Susan Caruana, a quien mensajeó primero tras ser rescatado.
“Será devuelto a su abuela materna mañana (sábado) o pasado mañana (domingo) como muy tarde”, declaró el fiscal adjunto de Toulouse, Antoine Leroy, que se mantiene en contacto con la embajada del Reino Unido en Francia para coordinar el viaje.
Mientras tanto, Caruana espera ansiosa volver a ver al joven, a quien le perdió el rastro en octubre de 2017 cuando su madre y su abuelo lo llevaron de viaje pero nunca regresaron.
“Hablé con él esta tarde y sin dudas es él. Hablaba como un niño cuando estaba con nosotros y ahora hablé con un hombre”, dijo en diálogo con el diario The Times e hizo énfasis en el alivio que le dio la noticia, tras tantos años de incertidumbre: “Es bastante increíble cuando no sabes si alguien está vivo o muerto”.
Según pudo reconstruir la policía en base a los relatos de Batty y la información provista por su entorno, su madre Melanie y su abuelo David lo secuestraron a sus 11 años con el pretexto de unas vacaciones en España. Sin embargo, aquel fue el inicio de una larga travesía que los llevó a vivir en distintos puntos del continente, en comunidades de estilo alternativo.
“No querían que fuera a la escuela, no creen en la escuela convencional”, sumó al respecto Caruana.
Así, el trío viajó por España, Marruecos y Francia, más precisamente en la zona oriental de los Pirineos Franceses, con una vida “nómade” inmersos en una comunidad “espiritual”. Llevaban consigo sus propios paneles solares, cultivaban sus alimentos y vivían con otras familias que seguían ese mismo ritmo y tradiciones.
En cada sitio pasaban apenas unos meses, una de las razones que llevó al joven a oponerse a su madre y negarse a seguir su estilo de vida.
“Ya había tenido suficiente. Dijo: ‘Tengo 17 años, necesito un futuro’ y no veía un futuro para él allí”, contó Fabien Accidini, quien lo encontró y mantuvo las primeras conversaciones con él.
Fue tras este cruce que Batty decidió separarse de su madre -se cree que su abuelo falleció hace unos seis meses- y comenzó su travesía. Caminó durante cuatro noches en dirección a Toulouse, descansando durante el día, y se alimentó con “diferentes cosas que encontró en los campos o jardines”.
En diálogo con los investigadores, el joven no hizo mención alguna a episodios de violencia física durante estos seis años aunque sí “indicó haber sufrido agresiones sexuales cuando era pequeño”, cercano a los “cinco o seis años”, provenientes “del seno de su familia”. No brindó más detalles.
Ahora, la policía británica trabaja junto con la francesa para esclarecer el caso y poder conocer a fondo qué fue de su vida los últimos seis años. “Todavía nos queda trabajo por hacer para establecer todas las circunstancias que rodean su desaparición”, dijo el comisario adjunto de la policía de Manchester, Chris Sykes.
(Con información de AFP)