Israel y Hezbollah mantuvieron este sábado otra intensa jornada de fuego cruzado. En las últimas horas, la milicia libanesa reivindicó unos 11 ataques sobre bases militares en el norte del Estado judío -precisamente en las localidades de Ramya y Metula- gracias al empleo de “armas adecuadas” no especificadas.
Según sumaron, lograron bajas en el bando enemigo aunque Israel aún no ha confirmado esta información. Asimismo, la formación de Hassan Nasrallah informó la muerte de uno de sus combatientes, Hassan Kamal Sorour, aunque no hizo mención del lugar ni las condiciones de su fallecimiento.
La parte más intensa de las ofensivas se dio por la tarde, cuando Hezbollah lanzó misiles guiados contra posiciones de las Fuerzas de Defensa en las granjas de Chebaa -un área disputada que está bajo control de Israel- y el cuartel general de la Tercera Brigada de Infantería de la División 91.
Como respuesta a estos ataques, Israel ordenó maniobras con sus aviones de combate sobre el sur del Líbano, donde fueron neutralizados varios “centros de mando” del grupo chií.
Asimismo, el Asesor de Seguridad Nacional de Tel Aviv reiteró las advertencias que en los últimos días el primer ministro Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa Yoav Gallant lanzaron a la milicia libanesa por su involucramiento en el conflicto.
Tzachi Hanegbi señaló en las últimas horas que Beirut debe prepararse para una escalada en las ofensivas en la frontera próximamente ya que una victoria de Israel implica también la neutralización de estos objetivos que amenazan a su país desde otro frente.
“Los residentes no regresarán [al norte] si no hacemos lo mismo” contra Hezbollah”, dijo en referencia a la persecución que emprenden las tropas contra Hamas en Gaza.
“Ya no podemos aceptar que la fuerza Radwan [de élite de Hezbollah] esté operando en la frontera. Ya no podemos aceptar que no se implemente la Resolución 1701″, agregó. Dicho artículo data de una resolución alcanzada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2006 que prohíbe cualquier presencia de la milicia en un radio de 30 kilómetros del límite con la frontera de Israel.
Sin embargo, adelantó, esto no ocurrirá de inmediato ya que, por el momento, las brigadas israelíes están concentrando sus esfuerzos en controlar la situación tanto al norte como al sur del enclave palestino, donde avanzan a paso firme y están consiguiendo muchas bajas y anulaciones de bases y armamento enemigo.
Primero “hay que cambiar la situación en el norte, y cambiará” y “cuando llegue el día” Israel deberá actuar para asegurarse que los residentes del norte ya no sean “desplazados de sus tierras, y para garantizarles que la situación [allí] ha cambiado”.
De todas formas, Hanegbi no descartó la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el grupo armado pro iraní, que evite esta escalada en los enfrentamientos. “Si Hezbollah acepta cambiar las cosas mediante la diplomacia, muy bien. Pero no creo que así sea”, sostuvo.
“Estamos dejando en claro a los estadounidenses que no estamos interesados en una guerra en el norte pero no tendremos otra alternativa” si Hezbollah continúa atacando como lo hace desde el 7 de octubre, con la posibilidad de “en cuestión de minutos” cruzar la frontera e iniciar una masacre como la de aquel sábado.
Por último, señaló que si los hutíes de Yemen se mantienen en la misma postura, Israel también actuará.