Israel expuso este sábado el momento en el que los terroristas de Hamas interceptaron a un grupo de gazatíes que transitaban en el barrio de Sakaiya, al norte de la Franja, y les robaron los suministros de ayuda humanitaria que habían conseguido.
Las imágenes muestran a un grupo de por lo menos cinco combatientes armados reduciendo a los civiles y su humilde carro, y cargando en su vehículo -una camioneta blanca- las provisiones. A continuación, los golpean con palos y huyen hacia un sitio identificado como una base terrorista.
“Hamas impide que los civiles de Gaza reciban alimentos y suministros, desviándolos -en su lugar- para sus propias necesidades”, dijo la portavoz de las Fuerzas de Defensa Avihai Adrei y remarcó que “los líderes de Hamas no se preocupan por la población civil de Gaza y la oprimen”.
“Hamas es un enemigo para todos en la Franja”, agregó en un intento por defender sus ofensivas sobre el enclave, con las que buscan erradicar al grupo.
Las imágenes despertaron gran enojo ya que el pueblo palestino está sumido en una aguda crisis humanitaria y carece de los recursos básicos para poder sobrevivir. Es por ello que, desde que se intensificaron los enfrentamientos en la Franja, la comunidad internacional ha trabajado -y aún trabaja- contrarreloj para garantizar el ingreso de alimentos, medicamentos, agua y combustible.
En un primer momento, Israel se mostró reacio a permitir estos envíos ya que desconfiaba de que los productos llegaran al pueblo y no cayeran en manos de los terroristas, dado que durante sus allanamientos en el enclave dieron en varias oportunidades con alimento y recursos secuestrados.
No obstante, acabó por dar la luz verde e, inclusive, esta semana anunció que en los próximos días abrirá el paso de Kerem Shalom para agilizar los ingresos. Este cambio supone que, en lugar de inspeccionar los camiones en el cruce más pequeño de Nitzana, antes de ser enviados a Rafah, estos controles ahora se realicen en el sitio con mayor capacidad.
“Sería el primer milagro que vemos desde hace algunas semanas pero también supondría un enorme impulso para el proceso logístico y la base logística de una operación humanitaria”, señaló el encargado de Naciones Unidas para esta cuestión, Martin Griffiths.
Por su parte, en el día 64 de la guerra, muchos gazatíes comenzaron a rebelarse contra los terroristas, que gobiernan el enclave desde hace más de 10 años y sólo han llevado al territorio a la destrucción.
“Si eres gazatí que te opones a la guerra y dices ‘no quiero esto’, eres señalado como un traidor”, dijo una mujer y repudió que todas las acciones del grupo armado estén motivadas por cuestiones políticas.
“Nos explotan bajo el pretexto de resistencia” pero “siempre que hay una guerra, cuando más dinero reciben, son ellos los que se benefician y nosotros no recibimos nada”, denunció otro residente de la Franja mientras un tercer vecino señaló que, a diferencia de lo que intentan instalar los terroristas, su enemigo no es Israel sino Hamas.
“No tengo casa, vida, nada. Estamos condenados a sufrir por esta estúpida organización. ¿Quién nos llevó a vivir en la pobreza aquí en Gaza? Los judíos no, Hamas sí”, sostuvo.