Un hombre en la región de Khabarovsk, en el este de Rusia, perdió la vida al ser atacado por un tigre siberiano después de que se aventurara a seguir las huellas del animal, que previamente había matado a su perro. El incidente fue confirmado por las autoridades locales, quienes encontraron el cuerpo del hombre con signos evidentes de un ataque de animal.
Según publicó el New York Post, el tigre aplastó al canino de un aldeano de 76 años, identificado por conocidos como “tío Vitya”, lo que llevó al dueño del perro a seguir al depredador “una distancia considerable”, según una publicación en Telegram del Amur Tiger Center, una organización sin fines de lucro dedicada a la protección de animales. El anciano finalmente se encontró con el tigre en el bosque, donde lo halló con su perro como presa en el hocico. “Presumiblemente, el animal lo percibió como una amenaza y atacó”, comunicó el centro.
En respuesta, la policía y especialistas del departamento de caza local acudieron al lugar para investigar las circunstancias del ataque. Según los resultados de las pesquisas, se tomará la decisión de si es necesario capturar al tigre para retirarlo de su hábitat natural. Las autoridades emitieron un comunicado lamentando el suceso y expresando sus condolencias a la familia y amigos del difunto.
La víctima anteriormente había trabajado en el ferrocarril y fue descrita como “muy positiva y letrada”, de acuerdo con Yevgeny Lupin, el jefe del cercano pueblo de Sita, que había sido compañero de trabajo del hombre, informó el New York Post.
Casi 300 incidentes de tigres siberianos deambulando en zonas habitadas por personas han sido reportados en Khabarovsk durante el 2023; en otras ocasiones al igual que la ocurrida el lunes, estos felinos han acabado con la vida de perros y han atacado a seres humanos, según el Moscow Herald. De hecho, a principios de año, los residentes de la región solicitaron ayuda al presidente ruso, Vladimir Putin, para mejorar la protección frente a los ataques de estos tigres en peligro de extinción.
El tigre siberiano
También conocido como tigre de Amur o tigre del norte de China, es la subespecie de tigre más grande y poderosa. Suelen habitar en la región de Siberia, en Rusia, más concretamente en el bosque de coníferas de la taiga, donde las condiciones son adversas con inviernos largos y muy fríos.
Esta subespecie está catalogada como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Las principales amenazas para su supervivencia incluyen la pérdida de hábitat por la deforestación y la caza furtiva, tanto para obtener su piel como por partes de su cuerpo que son utilizadas en la medicina tradicional asiática.
Los tigres siberianos son conocidos por su pelaje espeso y de color claro, comparado con otras subespecies de tigres, que surge como una adaptación a su ambiente frío. Pueden pesar hasta 300 kilogramos y medir más de 3 metros de largo, incluyendo la cola. Son animales solitarios y territoriales, y tienen una dieta que primordialmente incluye ciervos, jabalíes y otros mamíferos grandes de la región.
Se estima que menos de 500 ejemplares de tigres siberianos subsisten en estado salvaje, aunque hay varios centenares más en cautiverio.