“Por suicidio o por tortura”: aseguran que el ex ministro de Exteriores chino murió en un hospital militar de Beijing

Qin Gang había desaparecido hace meses sin dejar rastros. Luego fue destituido formalmente. Ahora, un medio reveló el destino del ex canciller

Guardar
Qin Gang (REUTERS/Thomas Peter/File Photo)
Qin Gang (REUTERS/Thomas Peter/File Photo)

Qin Gang, un ex portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino que experimentó un ascenso meteórico en su carrera hasta que llegó a convertirse en ministro de Relaciones Exteriores, desapareció a fines de junio de este año, seis meses después de asumir el cargo. Ahora parece confirmarse la teoría de que estaría muerto.

Dos personas con acceso a altos funcionarios chinos que hablaron con el medio Politico afirman que Qin murió, ya sea por suicidio o por tortura, a finales de julio en el hospital militar de Beijing que trata a los principales líderes de China.

Qin pasó de ser jefe de protocolo de China a viceministro de Relaciones Exteriores. Luego fue designado embajador en Washington en julio de 2021, y sorprendentemente, apenas 18 meses después, ascendió a ministro de Relaciones Exteriores. Este rápido ascenso fue atribuido por la burocracia china a su estrecha relación y favor personal con el “líder central”.

El 25 de junio de este año, tan solo seis meses después de asumir el cargo de ministro, Qin sostuvo reuniones en Beijing con los ministros de Asuntos Exteriores de Sri Lanka y Vietnam, así como con el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Andrey Rudenko. Posteriormente, desapareció.

Tras su repentina desaparición, emergieron relatos controvertidos acerca de la relación amorosa de Qin con una periodista de la cadena china Phoenix TV llamada Fu Xiaotian. Se afirmaba que, presuntamente, habían concebido un hijo que posee la ciudadanía estadounidense. Estas narrativas circularon extensamente en línea, aparentemente sin oposición por parte de los cibercensores chinos.

Según diversas fuentes con contactos en altos círculos gubernamentales que hablaron con Politico, la abrupta desaparición de Qin se vincula a su participación en un escándalo de gran envergadura, relacionado con el ministro de Defensa y los generales al mando de la “fuerza de cohetes” de China, encargada del programa de armas nucleares del país.

FOTO DE ARCHIVO. El presidente
FOTO DE ARCHIVO. El presidente de China, Xi Jinping (REUTERS/Carlos Barría/Pool)

Casi simultáneamente a la desaparición de Qin, el comandante principal de la fuerza de cohetes, Li Yuchao, junto con su adjunto Liu Guangbin y el ex diputado Zhang Zhenzhong, también se esfumaron. Varios altos oficiales y ex oficiales de dicha fuerza fueron detenidos, y al menos un ex subcomandante falleció por una enfermedad no especificada, según informes de medios estatales.

Los comandantes desaparecidos fueron finalmente destituidos formalmente, siendo reemplazados por oficiales de la marina y la fuerza aérea, una medida inusual dado que los principales líderes de la fuerza de cohetes solían ascender internamente. Poco después de reconocer oficialmente la purga de la fuerza de cohetes, Li Shangfu, designado por Xi como ministro de Defensa en marzo del mismo año, también desapareció, anunciándose su destitución formal a finales de octubre.

La trama se complica con un informe conciso de los medios estatales el día antes de la destitución formal de Qin como ministro de Asuntos Exteriores en julio. El informe indicaba que Wang Shaojun, comandante desde 2015 de la unidad de la Guardia Central encargada de la seguridad de los principales líderes chinos y responsable de la custodia personal del presidente Xi, había fallecido tres meses antes debido a un “tratamiento médico ineficaz”.

El programa de armas nucleares de China ha experimentado un significativo crecimiento en los últimos años. Según informantes con acceso a altos funcionarios chinos, el mensaje del viceministro ruso Rudenko a Xi incluía acusaciones de que Qin y familiares de altos oficiales de la fuerza de cohetes habían facilitado la filtración de secretos nucleares chinos a agencias de inteligencia occidentales.

Dos de estas fuentes sostienen que Qin falleció, ya sea por suicidio o tortura, a finales de julio en el hospital militar de Beijing.

Los inquietantes eventos de los últimos meses han sacudido a la elite política del régimen chino, donde cualquier paso en falso de los altos funcionarios puede significar una muerte en vida: unirse a la lista de la purga de Xi Jinping.

El clima de paranoia se extiende en el Partido Comunista Chino. La misteriosa desaparición de líderes, para luego anunciarse en voz baja su salida del cargo, son motivo suficiente para caminar cuidando las espaldas. Para Politico, una muerte de un ataque al corazón es similar a una “caída desde una ventana” en Rusia.

Guardar