Hezbollah reivindicó este miércoles 11 ataques contra el norte de Israel, en una nueva jornada de violencia fronteriza en la que las fuerzas israelíes también bombardearon posiciones del grupo terrorista en el sur del Líbano y mataron a uno de sus miembros.
Hezbollah indicó en una serie de comunicados que sus ataques se dirigieron contra posiciones israelíes al otro lado de la divisoria, así como en las disputadas Granjas de Cheba, ocupadas por Israel, mientras que afirmó haber lanzado cohetes contra varios “destacamentos militares”.
Como suele ser habitual, el grupo terrorista libanés no especificó las armas empleadas en los ataques y se limitó a decir que se utilizó el armamento “adecuado”.
Asimismo, anunció la muerte de uno de sus miembros, identificado como Ali Hassan al Atat, alias Ruh Ala, por lo que suman ya más de 80 las bajas en las filas de Hezbollah desde que estalló la violencia fronteriza el 8 de octubre, al día siguiente del comienzo de la guerra en la Franja de Gaza tras los ataques de Hamas contra Israel.
Las hostilidades en la frontera, las más graves desde 2006, han hecho saltar las alarmas en el país mediterráneo y en la región, mientras que la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL, por sus siglas en inglés) ha manifestado su preocupación por el “rápido y alarmante aumento” de la violencia.
Ayer, un soldado de las Fuerzas Armadas libanesas murió y otros tres resultaron heridos en un ataque israelí, algo que fue condenado por varios países y por la propia FINUL, que recordó que el Ejército del Líbano no está participando en el intercambio de fuego.
La muerte del militar provocó que el Gobierno libanés anunciara hoy que presentará una nueva queja al Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar que “Israel viola la soberanía del Líbano y lo ataca por tierra, mar y aire”.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí dijo este miércoles que Israel tomará medidas ante Hezbollah cuando aminore su ofensiva en la Franja de Gaza para alejar al grupo terrorista del área fronteriza y evitar ataques a corta distancia como los de ahora.
Mientras sigue el fuego cruzado entre milicias en Líbano y el Ejército israelí, el titular de Defensa, Yoav Gallant, aseguró hoy en una reunión con alcaldes de las localidades del norte -de donde decenas de miles de residentes fueron evacuados- que Israel plantea una nueva estrategia operativa para brindar mayor seguridad.
“Permitiremos a los residentes regresar a sus hogares sólo cuando las condiciones sean propicias para hacerlo, cuando estemos seguros de que podemos brindarles protección”, lo que se hará aumentando la presencia de fuerzas israelíes y estableciendo “un concepto general de defensa con una disposición distinta” a nivel militar.
Todo ello se hará para evitar justo lo que está sucediendo ahora y prevenir “amenazas en el área” como el lanzamiento de misiles anti-tanque, evitando “la presencia de (Hezbollah) en la frontera” y a su vez de otros grupos armados “que puedan atacar el territorio israelí desde corta distancia”.
Según remarcó, esto se podría alcanzar a través de un acuerdo diplomático “mediado por partes internacionales”, pero alertó que en caso de no conseguirlo, Israel no dudará en actuar militarmente.
“La segunda posibilidad es que nos veamos obligados” a alejar a Hezbollah “por la fuerza”, dijo Gallant. Y agregó: “No queremos la guerra, pero si llegamos a una situación en la que necesitemos establecer nuestra seguridad, no dudaremos en ello”.
“Cuánto más logremos en Gaza, más claras serán las cosas” en la frontera entre Israel y Líbano. “Cada persona en Líbano puede coger un mapa, la fotografía aérea de Gaza, ponerlo en la imagen aérea de Beirut y preguntarse si esto es lo que quiera que suceda” en la capital libanesa, advirtió Gallant.
En casi dos meses, el estallido de violencia entre las partes obligó a más de 55.000 personas a abandonar sus hogares en el sur del Líbano; además de provocar decenas de muertos -entre ellos civiles-, cerca de 300 heridos e importantes daños materiales solo en ese lado de la frontera.
(Con información de EFE)