El pasado miércoles 29 de noviembre se convirtió en un día relevante para la ciencia médica en Uganda. Tras un complejo tratamiento de fertilidad, Safina Namukwaya de 70 años dio a luz a gemelos, mediante una sección cesárea en el Hospital Internacional de Mujeres. El nacimiento de estos pequeños, una niña y un niño, pone a Namukwaya entre las madres de más edad del mundo que han concebido a través de técnicas de reproducción asistida, confirmó la agencia The Associated Press (AP).
Arthur Matsiko, portavoz del centro hospitalario, informó que la salud de Namukwaya es estable: “Está saludable. Está hablando. Está caminando si le piden que camine por el hospital” dijo a la AP.
Se trata de la segunda vez que Namukwaya da a luz en el mismo centro hospitalario; anteriormente, en 2020, tuvo una hija también a través de un tratamiento de fertilización in vitro (FIV). La clínica hospitalaria, dirigida por un reconocido ginecólogo de la región de África Oriental, se especializa en asistir a parejas con dificultades para concebir. La tasa de éxito de los tratamientos de FIV ha mejorado gracias a avances significativos en la investigación.
Por su parte, el doctor Edward Tamale Sali, especialista en fertilidad del hospital que hizo posible este nacimiento, dijo en entrevista con la cadena de noticias británica BBC que la madre utilizó el esperma de su pareja y un óvulo donado para el procedimiento.
“Al celebrar nuestro vigésimo aniversario, hemos logrado lo extraordinario: ¡darle gemelos a la madre más longeva de África!” escribió el hospital en su página oficial de Facebook. En la publicación añadieron una foto de Namukwaya y confirmaron que aunque los bebés nacieron prematuros y fueron puestos en incubadoras, su estado de salud era óptimo.
La madre ugandesa contó al Daily Monitor de Uganda que el nacimiento de sus gemelos la ha llevado a enfrentar un desafío personal y social más allá del alto riesgo que representaba su embarazo, tras ser abandonada por su pareja al enterarse de que tendría gemelos.
“A los hombres no les gusta que les digan que estás embarazada de más de un hijo. Desde que ingresé aquí, mi hombre nunca ha aparecido”, contó Namukwaya y agregó que su deseo más grande era ser madre, entre otras razones, porque recibía muchas burlas y señalamientos en su comunidad al no poder concebir de forma natural.
En qué consiste este procedimiento
La fertilización in vitro, un método de reproducción asistida para parejas con dificultades de concebir, se ha consolidado como una esperanza para quienes enfrentan desafíos de fertilidad. El tratamiento consta de diversas etapas, iniciando con una estimulación hormonal para favorecer la producción de múltiples óvulos. Posteriormente, estos son extraídos y expuestos a espermatozoides bajo condiciones controladas en laboratorio, donde pueden ocurrir la fertilización y el desarrollo embrionario inicial.
Tras algunos días, los embriones resultantes son transferidos al útero con la expectativa de que implanten y progresen un embarazo normal. Finalmente, una prueba de embarazo confirma la eficacia del procedimiento. La FIV ha probado ser efectiva en casos de obstrucción de las trompas de Falopio, problemas de ovulación, infertilidad masculina y situaciones de infertilidad sin causa aparente. A pesar de su utilidad, su éxito varía según factores como la edad de la paciente y la calidad genética de los gametos.
Si bien no existe un límite de edad universalmente establecido para este procedimiento, expertos consideran que las probabilidades de éxito disminuyen con la edad de la mujer, particularmente después de los 40 años. Muchas clínicas de fertilidad establecen sus propios límites de edad, los cuales pueden estar alrededor de los 50 años para tratamientos con óvulos propios.
Los riesgos asociados con la FIV aumentan con la edad de la mujer, incluyen desde la disminución de la calidad y cantidad de los óvulos, que puede llevar a una menor tasa de éxito de la FIV y una mayor probabilidad de aborto espontáneo. Un mayor riesgo de condiciones cromosómicas anormales como el síndrome de Down, especialmente cuando se utilizan óvulos de la propia paciente.
Así mismo, existen riesgos relacionados con los medicamentos y procedimientos hormonales, puesto que las mujeres de edad avanzada pueden ser más susceptibles a los efectos secundarios y complicaciones de la estimulación ovárica. El incremento en el riesgo de hipertensión gestacional, diabetes gestacional, parto prematuro y la necesidad de un parto por cesárea también hacen parte de los riesgos así como el aumento en las posibilidades de bajo peso al nacer y de problemas genéticos en el bebé.