Arnold Schwarzenegger sorprendió a todos al recibir en sus oficinas de Santa Mónica a un grupo de familiares de rehenes y víctimas israelíes. El actor se mostró emocionado al oír sus vivencias y les transmitió su apoyo en este difícil momento.
“Tristes historias, historias terroríficas”, comenzó describiendo los sucesos del 7 de octubre, en los que los terroristas de Hamas mataron a por lo menos 1.200 inocentes y tomaron cautivos a otros 240.
En el encuentro, organizado por Rabbi Marvin Heir y el Museo de la Tolerancia de Jerusalén, estuvieron presentes Ella Shani (14), Jacob Bohbot (36) y Bar Rudaeff (27).
Shani fue una de las sobrevivientes de la incursión terrorista, junto a su madre y su hermano, mientras sus abuelos murieron ese mismo sábado. Su primo, Amit, fue secuestrado pero, con el correr de los días, las autoridades acabaron por confirmar su muerte. La joven recordó que ese día se despertó con el sonido de las balas y narró la tragedia de su primo en el kibutz Be’eri, donde tuvo lugar una de las peores masacres, aunque remarcó que afortunadamente fue liberado el 29 de noviembre.
“Lo último que Amit supo u oyó antes de ser secuestrado fue que la casa de su padre estaba en llamas y él estaba adentro… lo último que vio fue a su madre y sus dos hermanas rodeadas de seis terroristas armados”, lamentó pero se mostró aliviada de que ya esté en casa.
Bohbot, en cambio, explicó que su hermano Elkana -de 34 años- fue uno de los tantos jóvenes que aquella madrugada estaba con sus amigos en el festival de música Nova y fue sorprendido por Hamas. Logró comunicarse con su esposa y su madre, y ayudó a evacuar a los primeros heridos, explicó, pero luego fue identificado en uno de los videos difundidos por el enemigo.
Rudaeff contó que su padre, Lior (61), trabajaba en el equipo de seguridad del kibutz Nir Yitzchak y fue secuestrado cuando éstos irrumpieron en la comunidad. “Es uno de sus actores preferidos (...) y sé que cuando vuelva a casa le sacará una sonrisa”, le dijo a al actor.
Tras escuchar sus relatos, y de a ratos no poder contener las lágrimas, Schwarzenegger les aseguró que es “un gran amigo del pueblo judío e Israel” y “siempre quiero estar para ellos”.
Es por ello que, continuó diciendo, es importante que el mundo conozca sus vivencias y prometió ayudar desde su lugar a expandir su mensaje. “Cuando eres una celebridad tienes cierto tipo de poder para comunicar a las masas porque tienes un montón de cámaras que aparecen. Sin los medios de comunicación no puedes realmente comunicar y contar la historia”, sostuvo.
“Creo que esta es una historia que todos en el mundo necesitan escuchar, y no sólo una vez, sino tantas veces como sea posible porque muestra una vez más lo que el odio puede hacer. El amor no hace eso”, agregó.
El actor también dio a los familiares unas estatuillas de águilas de bronce que representan la libertad, en una muestra de que continuará comprometido con la lucha por devolver a sus seres queridos a Israel, incluso a pesar del fin de la tregua este viernes.
Ellos, por su parte, le otorgaron un distintivo colgante con una chapita metálica del movimiento #BringThemHome, en el que se lee “Our hearts are in Gaza” (“Nuestros corazones están en Gaza”).
Por último, Schwarzenegger instó a las partes a alcanzar un acuerdo y restablecer la paz en la región, evitando más pérdidas de vidas inocentes. “Llevémonos bien, trabajemos juntos y coexistamos, en lugar de luchar unos con otros”, concluyó.