El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, subrayó que la guerra con Rusia ha iniciado una nueva etapa, en que se prevé que el invierno complicará las operaciones tras una contraofensiva en el verano que no logró los resultados deseados debido a la escasez de armas y efectivos de tierra.
Pero aseguró que a pesar de los reveses, Ucrania no se rendirá.
“Tenemos una nueva fase de la guerra, es un hecho”, dijo Zelensky en una entrevista exclusiva con The Associated Press en Kharkiv, en el noreste de Ucrania, después de una visita a la zona para elevar la moral. “El invierno en su conjunto es una nueva fase de la guerra”.
Sobre si estaba satisfecho con los resultados de la contraofensiva, dio una respuesta compleja.
“Verá, no estamos cediendo. Estoy satisfecho. Combatimos contra el segundo (mejor) ejército del mundo. Estoy satisfecho”, afirmó, en alusión a las fuerzas armadas rusas. Pero añadió: “Estamos perdiendo gente, no estoy satisfecho. No conseguimos todas las armas que queríamos, no puedo estar satisfecho, pero tampoco puedo quejarme demasiado”.
Zelensky dijo temer que la guerra entre Israel y Hamas eclipse la que se registra en Ucrania, dado que las agendas políticas contrastantes y los recursos limitados ponen en riesgo los envíos de armas a Kiev.
Y a esas inquietudes se suma el tumulto que se produce inevitablemente durante un año electoral en Estados Unidos con sus posibles consecuencias para su país, que ha recibido el apoyo de la comunidad internacional en general tras la invasión rusa del 24 de febrero de 2022.
La muy anticipada contraofensiva, que contó con ayuda militar occidental por valor de decenas de miles de millones de dólares, incluso con armas pesadas, no generó los avances esperados. Ahora las autoridades ucranianas se preguntan con temor si la ayuda subsiguiente será igualmente generosa.
Al mismo tiempo, disminuyen las reservas de municiones, lo que amenaza con detener las operaciones ucranianas en el campo de batalla.
Ante la inminencia de un nuevo invierno en el país en guerra, los jefes militares deben enfrentar retos nuevos, pero conocidos, a medida que el conflicto avanza hacia el final de su segundo año completo. Hay temperaturas gélidas y campos helados que dejan expuestos a los soldados. Y está la amenaza renovada de los asaltos aéreos rusos a la infraestructura y los civiles en las ciudades.
El 25 de noviembre, Moscú lanzó su ataque con drones más amplio de la guerra, en la mayoría de los 75 drones Shahed de fabricación iraní apuntaron a Kiev, lo que constituye un presagio perturbador de lo que sucederá en los próximos meses.
“Por eso una guerra invernal es difícil”, sostuvo Zelensky.
Hizo una evaluación franca de la contraofensiva del verano.
“Queríamos resultados más rápidos. Desde esa perspectiva, desgraciadamente, no obtuvimos los resultados deseados. Eso es un hecho”, lamentó.
Ucrania no obtuvo de sus aliados todas las armas que necesitaba, y las limitaciones del tamaño de su fuerza militar imposibilitaron un avance rápido, agregó.
“No hay suficiente poder para conseguir los resultados deseados más rápidamente. Pero esto no significa que debemos capitular, que debemos rendirnos”, dijo Zelensky. “Confiamos en nuestras acciones. Luchamos por lo que es nuestro”.
Con todo, los últimos meses dejaron algunos resultados positivos, según el presidente ucraniano.
Ucrania logró algunos pequeños avances territoriales contra un enemigo mejor armado y fortificado, aseveró.
Además, el poderío de la flota rusa del Mar Negro ha disminuido luego de los ataques ucranianos que penetraron sus defensas aéreas y alcanzaron su cuartel general en la Crimea ocupada, añadió.
Y un corredor temporario creado por Kiev después que Rusia se retiró de un acuerdo durante la guerra para garantizar la seguridad de las exportaciones aún funciona.
Pero Zelensky no se concentra en el pasado sino en la próxima etapa, elevando la producción nacional de armas.
Se le asigna una porción importante del presupuesto, pero la producción actual dista de ser suficiente para la guerra. Ahora, Zelensky espera que los aliados occidentales, incluido Estados Unidos, ofrezcan préstamos y contratos favorables para cumplir ese objetivo.
“Esa es la salida”, dijo Zelensky, y destacó que nada aterra más a Rusia que una Ucrania militarmente autosuficiente.
La última vez que se reunió con el presidente Joe Biden, legisladores y altos funcionarios de Estados Unidos, hizo un pedido urgente: den a Ucrania préstamos baratos y licencias para fabricar armas estadounidenses.
“Denos esas oportunidades y construiremos”, les pidió. “Cualquiera que sea el tiempo y el esfuerzo que requiera, lo haremos, y lo haremos muy rápidamente”.
Preocupa a Zelensky que la convulsión en el Oriente Medio, la más violenta en décadas, amenaza con acaparar la atención global y los recursos que necesita Ucrania para defenderse.
“Ya podemos ver las consecuencias de que (la atención de) la comunidad internacional se desvía debido a la tragedia en el Oriente Medio”, indicó. “Hay que ser ciego para no reconocerlo”.
Los ucranianos comprenden que “debemos luchar por la atención para la guerra en regla”, subrayó. “No debemos permitir que la gente olvide la guerra aquí”.
El cambio de foco, dijo, podría significar menos ayuda económica y militar para su país. Aparentemente con el fin de paliar ese miedo, funcionarios estadounidenses y europeos han mantenido sus visitas a Kiev después del ataque del 7 de octubre en Israel.
Pero Zelensky agregó que el cambio en la atención le preocupa.
“Atención es igual a ayuda. Sin atención no hay ayuda. Luchamos por cada segundo de atención”, afirmó. “Sin atención, puede haber debilidad en el Congreso (estadounidense)”.
Con respecto a las inminentes campañas por la presidencia y el Congreso, en que Biden debe responder al escepticismo que provoca su sólido apoyo a Kiev, Zelensky reconoció que “las elecciones siempre producen un shock, es totalmente comprensible”.
Una encuesta reciente de la AP en Estados Unidos reveló que casi la mitad de la gente piensa que se gasta demasiado en Ucrania. Un número creciente de republicanos está a favor de no enviar más ayuda y no está claro si un exhorto de la Casa Blanca de ayuda adicional recibirá la aprobación del legislativo, ni cuándo.
Preguntado sobre esto, Zelensky se limitó a señalar que “la elección de los estadounidenses es la elección de los estadounidenses”.
Pero sostuvo que al ayudar a Ucrania, los estadounidenses también se ayudan a sí mismos.
“En el caso de Ucrania, si falla la resistencia por falta de ayuda y escasez de armas y fondos, significará que Rusia probablemente invadirá países de la OTAN”, dijo. “Y entonces los niños estadounidenses combatirán”.
Recientemente, Zelensky ha tratado de garantizar que la máquina de guerra ucraniana funcione como debe con una reorganización del gobierno. Uno de sus objetivos es combatir los sobornos en una institución postsoviética atacada por la corrupción como preludio para ingresar a la Unión Europea.
Tiene que saber, dijo, cómo las armas, las provisiones, la comida e incluso la ropa llega al frente… y qué es lo que no llega.
(AP)