El ministro de Defensa de Arabia Saudí, Jaled bin Salman, y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Irán, Mohamed Bagheri, mantuvieron este jueves una inusual conversación telefónica en la que discutieron la cooperación militar entre ambos países, que normalizaron sus relaciones en marzo pasado.
Durante la llamada, ambos responsables “revisaron las relaciones bilaterales entre ambos países en el ámbito militar y de defensa y se discutieron una serie de temas de interés común”, según la agencia de noticias oficial saudí SPA, que no aportó más detalles de la conversación.
Esta sería la primera vez que se hace pública una conversación entre el ministro de Defensa saudí y el jefe del Ejército de Irán, y se produce en medio de la guerra en la Franja de Gaza y ante un aumento de la tensión en el golfo Pérsico debido al incremento de ataques y amenazas por parte de grupos extremistas respaldados por el régimen de Teherán.
Poco antes, Jaled bin Salmán se reunió con el enviado especial de la ONU para el Yemen, Hans Grundberg, en la que discutieron los esfuerzos de Arabia Saudí para alcanzar una “solución política integral” para poner fin a la guerra en ese país.
Precisamente, los rebeldes hutíes del Yemen -aliados de Irán- han reivindicado una serie de ataques con drones y misiles contra Israel en apoyo al grupo terrorista Hamas, mientras que también han secuestrado un carguero que transitaba por el mar Rojo alegando que era de propiedad israelí.
Irán y Arabia Saudí, países rivales que lideran el islam chií y suní en Medio Oriente, acordaron en marzo con mediación china la normalización de sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, y desde entonces han reabierto sus respectivas embajadas.
Ambos países han condenado duramente la respuesta israelí a los ataques de Hamas del 7 de octubre, y mientras Arabia Saudí ha apostado por el diálogo, el régimen de Irán ha pedido armar a los palestinos e imponer un boicot económico y energético a Israel.
Teherán celebró el ataque terrorista de Hamas y desde entonces ha advertido en repetidas ocasiones de la posibilidad de que sus aliados abran otros frentes si no paran los bombardeos de Gaza.
A principios de mes, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, recibió al presidente iraní, Ebrahim Raisí, en Riad, donde se celebró una reunión de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) sobre Gaza.
Bin Salman y Raisí se estrecharon la mano e intercambiaron unas palabras antes del comienzo del encuentro de la OIC, según mostraron las televisiones saudíes.
Se trató de la primera visita a Arabia Saudí de un mandatario iraní en 11 años.
Irán, de mayoría chiita, y Arabia Saudita, musulmana sunita, habían roto lazos después de que manifestantes invadieran las sedes diplomáticas saudíes en ese país. Arabia Saudita había ejecutado días antes al destacado clérigo chiita Nimr al-Nimr junto a otras 46 personas, lo que desencadenó las manifestaciones.
Eso ocurrió cuando el príncipe heredero Mohammed bin Salman, entonces adjunto, comenzó su ascenso al poder. El príncipe Mohammed, hijo del rey Salman, ya había comparado al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, con el nazi Adolf Hitler, y había amenazado con atacar Irán.
(Con información de EFE)