“Una empanada”: el primer deseo de una de las niñas secuestradas por Hamas al llegar a un hospital de Israel

La doctora Ronit Lubetzky, directora de pediatría del centro de salud Dana de Ichilov, en Tel Aviv, reveló el pedido y describió el estado en el que llegaron los pequeños tras la liberación

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Sahar Calderón, derecha, abraza a su madre en el hospital Ichilov tras ser liberada del cautiverio de Hamas este lunes (Fuerzas de Defensa de Israel)
Sahar Calderón, derecha, abraza a su madre en el hospital Ichilov tras ser liberada del cautiverio de Hamas este lunes (Fuerzas de Defensa de Israel)

La directora del departamento infantil de un hospital de Tel Aviv en el que están siendo atendidos algunos de los ex rehenes de Hamas detalló el estado de salud de los niños liberados y reveló el primer deseo de una niña: “Pidió empanadas”.

“La evaluación médica incluyó diversos problemas, entre ellos problemas ortopédicos y cuestiones nutricionales”, dijo la doctora Ronit Lubetzky en una conferencia de prensa en el hospital Dana de Ichilov.

“Cada niño recibirá un suplemento nutricional en función de la evaluación que supere”, agregó.

La doctora señaló que hay una dotación emocional “de trabajadores sociales, psicólogos, psiquiatras también -para aquellos que lo necesiten- con el fin de marcar la vuelta a una rutina normal”.

Eitan Yahalomi, de 12 años, que fue liberado de la Franja de Gaza el 27 de noviembre en el Centro Médico Ichilov en Tel Aviv. (IDF/Reuters)
Eitan Yahalomi, de 12 años, que fue liberado de la Franja de Gaza el 27 de noviembre en el Centro Médico Ichilov en Tel Aviv. (IDF/Reuters)

Como ejemplo del trato que reciben, dijo que cuando una de las niñas del hospital fue consultada sobre cómo estaba, “nos pidió empanadas”. En el hospital cumplieron rápidamente su deseo. “No hace mucho, recibió empanadas”, dijo Lubetzky .

La doctora no reveló el nombre de la niña que pidió esa comida tradicional argentina.

Entre los once rehenes liberados por Hamas el lunes, cinco eran argentinos. Todas mujeres y niñas.

Se trata de Karina Engel-Bart, de 52 años, junto a sus dos hijas Mika y Yuval Engel, de 18 y 11 años; y las hermanas Emma y Yuli Aloni Cunio, de 3 años cada una. También fue liberada la madre de las niñas Sharon Cunio, de nacionalidad israelí, pero no su esposo David. Tampoco su cuñado Ariel, quien fue secuestrado junto a su novia.

Karina Engel-Bart junto a sus dos hijas Mika y Yuval Engel
Karina Engel-Bart junto a sus dos hijas Mika y Yuval Engel

Todos vivían en Nir Oz, el kibutz ubicado en el sur de Israel arrasado por los terroristas durante el ataque del 7 de octubre.

Las mellizas Emma y Yuli Cunio estuvieron cincuenta días secuestradas por el grupo terrorista islámico
Las mellizas Emma y Yuli Cunio estuvieron cincuenta días secuestradas por el grupo terrorista islámico

Lubetzky también contó que, a primera hora de la mañana, los hermanos Erez y Sahar Kalderon pidieron yogur con granola y uvas.

“Noche emocionante”

Por su parte, el doctor Ram Sagi, del Ministerio de Sanidad, dijo que la llegada de los rehenes al hospital fue “una noche emocionante y compleja al mismo tiempo”.

“El Hospital Ichilov estaba preparado y listo para recibir a las mujeres y los niños y aquí volvieron a reunirse con sus familias Recibirán el tratamiento médico y psicológico que necesiten”.

Eitan Yahalomi, de 12 años, que fue liberado de la Franja de Gaza el 27 de noviembre en el Centro Médico Sourasky (Ichilov) en Tel Aviv. (IDF/Reuters)
Eitan Yahalomi, de 12 años, que fue liberado de la Franja de Gaza el 27 de noviembre en el Centro Médico Sourasky (Ichilov) en Tel Aviv. (IDF/Reuters)

La mayoría de los cautivos liberados hasta ahora se encuentran en buen estado físico.

Pero uno de ellos, una mujer de 84 años, fue hospitalizada en condiciones que ponen en peligro su vida tras no haber recibido la atención adecuada durante su cautiverio, según los médicos. Otro rehén liberado necesitó cirugía.

En esta ronda de intercambios de rehenes de Hamas y presos palestinos se ha liberado sobre todo a mujeres y niños. Han sido sometidos a pruebas físicas y psicológicas en hospitales israelíes antes de regresar a sus hogares.

Itai Pessach, director del Hospital Infantil Edmond y Lily Safra del Centro Médico Sheba, donde han sido tratados muchos de los niños liberados, dijo que sentía cierto optimismo porque los rehenes se estaban recuperando físicamente. Pero dijo que el personal médico había escuchado “historias muy difíciles y complejas de su tiempo en cautiverio de Hamas”, sin dar más detalles.

Eitan Yahalomi abraza a su madre después de bajarse de un helicóptero de las FDI tras ser liberado (Fuerzas de Defensa de Israel)
Eitan Yahalomi abraza a su madre después de bajarse de un helicóptero de las FDI tras ser liberado (Fuerzas de Defensa de Israel)

“Entendemos que, a pesar de que puedan parecer que mejoran físicamente, queda un camino muy, muy largo por recorrer antes de que se curen”, dijo.

Desde su regreso, los rehenes liberados se han mantenido en su mayoría alejados de la opinión pública. Los detalles sobre su calvario han llegado principalmente a través de sus familiares, que no han revelado gran cosa.

El primero y hasta el momento único testimonio directo fue el de Ruth Munder, de 78 años, quien dijo en una entrevista difundida este martes que al principio los secuestradores de Hamas la alimentaron bien en cautiverio hasta que las condiciones empeoraron y empezó a pasar hambre. La mantuvieron en una habitación “asfixiante” y durmió en sillas de plástico con una sábana durante casi 50 días.

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