El ejército ruso sigue intentando envolver a las tropas ucranianas que defienden el bastión de Avdivka, donde el suministro de agua es cada vez más complicado, al tiempo que incrementa la presión en otros sectores del frente en Donbás, pese al alto coste en vidas humanas, según la inteligencia occidental.”
“Las fuerzas rusas realizaron avances confirmados al noroeste y sureste de Avdivka el 26 de noviembre”, confirma en su último informe el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, según sus siglas en inglés).
Imágenes geolocalizadas publicadas el 26 de noviembre muestran que las fuerzas rusas avanzaron ligeramente al noroeste de Krasnohorivka (siete kilómetros al noroeste de Avdivka) y en la parte oriental de la zona industrial en las afueras de la urbe, epicentro de los combates entre ambos bandos desde hace más de un mes, según precisa el centro analítico.
El Estado Mayor del Ejército ucraniano aseguró haber repelido en la última jornada una treintena de ataques enemigos en los alrededores de Avdivka, donde las tropas ucranianas “mantienen la defensa, infligiendo pérdidas masivas al enemigo”.
El jefe de la Administración Militar ucraniana de la zona, Vitali Barabash, aseguró, por su parte, que “en los últimos días, ellos (los rusos) emplean menos aviones” y más drones, pese a las malas condiciones climáticas.
Barabash señaló que por el momento, el enemigo lanza aparatos no tripulados durante el día, pero “si lo hace cuando empieza a oscurecer, tendremos muchas dificultades desde el punto de vista logístico y también para evacuar” a los civiles, que aún permanecen en Avdivka.
En este sentido, aseguró que a día de hoy en la ciudad, que otrora llegó a tener unos 30.000 habitantes, quedan cerca de 1.300 personas.
Barabash agregó que por el momento los civiles no experimentan escasez de alimentos, pero sí hay problemas con agua potable. “Antes traíamos agua embotellada, pero ahora no podemos hacer ni eso”, lamentó.
Simultáneamente, las inmediaciones de Bakhmut, epicentro en el pasado de la batalla más sangrienta de esta guerra, vuelven a ser escenario de cruentos combates.
En el flanco sur de la ciudad los rusos contraatacan en pequeños grupos, con constantes bombardeos de la artillería y la aviación, según Oleg Kaláshnikov, portavoz de una de las brigadas artilleras que combaten en la zona.
“Hay feroces combates. El enemigo trata de acercarse. Trata de contraatacar”, dijo Kaláshnikov, citado por la agencia UNIAN.
Según el portavoz, el enemigo sufre muchas bajas en el intento de hacerse con nuevos territorios. “Pierden a su gente, pero intentan avanzar. Para ellos, son importantes las alturas de Andrivka y Klishchivka, porque les dan la oportunidad de controlar directamente el ferrocarril y parte de la ciudad de Bakhmut”, explicó.
Precisamente, sobre las elevadas pérdidas rusas en el campo de batalla habla también el último informe de la inteligencia británica. De acuerdo con los militares del Reino Unido, los rusos sufren ahora una media de 931 bajas al día, frente a una media de 776 bajas en marzo pasado. El aumento de las bajas, según los británicos, está vinculado con el asalto ruso a Avdivka.
En total, en el frente de Donetsk, Rusia sufre el 80% de sus pérdidas totales en el campo de batalla, informó a su vez el jefe del grupo operativo-estratégico Tavria del Ejército ucraniano, Oleksandr Tarnavski.
El corresponsal de guerra ruso Alexandr Kots negó por su parte que Rusia tenga más bajas en Avdivka que Ucrania y aseguró que el número de tropas ucranianas en la zona triplican a las rusas.
En el plano político, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró este lunes que Ucrania no puede ser miembro de la alianza mientas dure la guerra, pero aseguró que se estudian las formas para un mayor “acercamiento” con Kiev.
“El hecho de que los aliados de la OTAN estén entregando F-16, tanques, artillería y ofreciendo instrucción (a soldados ucranianos), es una manera muy práctica de ayudar a Ucrania a acercarse a la OTAN”, declaró.
(Con información de EFE)