Un ataque ruso con bombas de racimo mató a tres personas el jueves en un suburbio de Kherson, en el sur de Ucrania, informó un funcionario ucraniano, lo que elevó el número de civiles muertos en un día al menos a seis.
Cinco personas resultaron heridas en el cañoneo del suburbio de Chornobayivka, dijo el ministro del Interior, Ihor Klymenko. Más de 60 edificios residenciales y de infraestructura sufrieron daños durante los ataques realizados en pleno día, añadió.
Las municiones de racimo son bombas que se abren en el aire y sueltan pequeñas bombas en una amplia extensión de terreno. Rusia las emplea y también Ucrania, que las recibió como ayuda militar de Estados Unidos. Los detractores dicen que estas se dispersan sobre el terreno y matan más civiles que combatientes.
La ciudad de Kherson, capital de la región homónima, está situada cerca de la desembocadura del río Dniéper en el Mar Negro y es un acceso crucial a la península de Crimea. Rusia arrebató la península a Ucrania en 2014 y la emplea para operaciones logísticas y depósitos de retaguardia en esta guerra.
La región de Kherson, de importancia militar y situada en el frente, ha sido escenario de combates intensos. La semana pasada, las fuerzas ucranianas reportaron que habían ganado cabezas de puente en la margen oriental del río, en poder de Rusia.
Antes del ataque vespertino, las fuerzas rusas dispararon ocho andanadas de cañonazos. Murió un hombre de 42 años en su edificio residencial y otro resultó herido, dijo la oficina presidencial de Ucrania.
El cañoneo ruso mató a dos personas en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, informó la oficina.
No fue posible verificar los informes de manera independiente. Los cañoneos de largo alcance a zonas civiles han sido una característica de la guerra rusa en Ucrania.
Por otra parte, los medios estatales rusos reportaron la muerte del periodista de televisión Boris Maksudov tras resultar herido en un incidente con un avión no tripulado cuando informaba desde la región de Zaporizhzhia, ocupada por Rusia, en el sur de Ucrania.
Maksudov, que trabajaba para la televisora estatal Rusia 24, fue alcanzado el miércoles cuando grababa un reportaje sobre un supuesto bombardeo ucraniano contra la población civil, indicó el Ministerio de Defensa ruso. Zaporizhzhia es una de las cuatro regiones ucranianas que el Kremlin se anexionó de forma ilegal el año pasado.
Ante el bombardeo de la infraestructura civil, Ucrania con ayuda de sus aliados ha reforzado sus sistemas de defensa antiaérea. Las autoridades temen que el Kremlin repita sus ataques aéreos a la red eléctrica, como hizo el invierno pasado, para tratar de doblegar la voluntad del país.
La red ya muestra señales de esfuerzo. La operadora nacional de energía Ukrenergo reportó un déficit el miércoles debido al aumento brusco del consumo durante una baja de la temperatura luego de varios días de clima moderado, dijo la empresa en un comunicado.
Ukrenergo pidió ayuda de emergencia a operadores en Rumania, Eslovaquia y Polonia.
(Con información de AP)