La Cancillería china declaró este martes que sería un “gran error” para Argentina cortar los lazos con “países tan grandes como Brasil y China”, una posibilidad sugerida en los últimos meses por presidente electo de Argentina, Javier Milei, y por algunos de sus colaboradores.
La portavoz de la Cancillería Mao Ning contestó así a unas recientes declaraciones a la agencia rusa Sputnik de la asesora de Milei en política exterior, Diana Mondino, quien aseguró: “Dejaremos de interferir con el Gobierno de Brasil y China”.
La portavoz conjeturó que existen “discrepancias” sobre el significado de las palabras de Mondino -cuyo nombre suena como posible ministra de Exteriores del nuevo Gobierno argentino- y aseveró que “ningún país puede separar las relaciones diplomáticas del desarrollo de la cooperación económica y comercial”.
Mao recordó en una rueda de prensa que “China es el segundo socio comercial de Argentina y el primer mercado de exportación de sus productos agrícolas”.
“Las dos partes tienen una fuerte complementariedad económica y un gran potencial de cooperación”, agregó la vocera.
Según Sputnik, Mondino apuntó que “la relación con ambos países -en referencia a China y Brasil- será excelente como debe ser”, pero que “hay que distinguir lo que es el Gobierno de lo que es el Estado”.
China felicitó este lunes a Milei y aseguró seguir dispuesta a trabajar con Argentina para “continuar la amistad entre los dos países”.
Hace dos años, Milei aseguró que él “no haría negocios con China” y afirmó que cortar relaciones con el gigante asiático “no sería una tragedia macroeconómica”.
El pasado agosto, China recomendó a Milei que “visitase” el país y “observase”, después de que el candidato ultraliberal afirmase que los habitantes de China “no son libres”.
La posición de Milei con respecto a China contrasta con la que mantenía su rival, Sergio Massa, que viajó el pasado junio como ministro de Economía argentino a Beijing, donde afirmó que Argentina consideraba al país asiático un socio económico y comercial de gran relevancia, y manifestaba su disposición a fortalecer la cooperación en estas áreas.
Beijing y Buenos Aires mantuvieron buenas relaciones en los últimos años: Argentina se sumó el año pasado a la Franja y la Ruta, la principal iniciativa económica internacional de China para consolidar su influencia a través de las infraestructuras, aunque está por ver si seguirá formando parte de ella con el Gobierno resultante de los recientes comicios.
Por su parte, China tiene inversiones en Argentina en áreas estratégicas como infraestructura y minería, además de un acuerdo “swap” por el que el país suramericano paga al asiático las exportaciones en yuanes y no en dólares.
Asimismo, numerosas empresas chinas tienen su mirada puesta en el país suramericano, sobre todo en el sector agropecuario y el de recursos naturales como el litio, material fundamental para la industria china de coches eléctricos y del que Argentina es el cuarto productor mundial.