Australia denunció la agresión de un destructor chino contra un grupo de buzos su Marina en aguas japonesas

Australia expresó este sábado su “seria preocupación” por las heridas sufridas por sus buzos de la Marina al ser expuestos al sonar de un destructor del régimen de China que operaba dentro de la zona económica exclusiva de Japón.

El ministro de Defensa, Richard Marles, indicó en un comunicado que el destructor del Ejército Popular de Liberación y la Armada “ignoró las peticiones de mantener una distancia segura de los buzos”, según informó la agencia Bloomberg.

El destructor chino también soltó redes que se enredaron en las hélices del HMAS Toowoomba, un buque de la Marina australiana que realizaba operaciones en apoyo de las sanciones de la ONU en la zona.

Durante la actividad de buceo, el Toowoomba fue abordado por el PLA-N DDG-139 de China. La tripulación australiana insistió en que había buzos en el agua y solicitó que el destructor se alejara. Sin embargo, el barco chino hizo caso omiso de la advertencia.

“Las evaluaciones médicas realizadas tras la salida de los buzos del agua indicaron que habían sufrido lesiones leves, probablemente causadas por la exposición al sonar del destructor chino”, afirmó la oficina de Marles, calificando el incidente de “conducta insegura y poco profesional”.

“Las fuerzas de defensa llevan décadas realizando vigilancia en la región y lo hacen de acuerdo con el derecho internacional”, dijo Marles.

El uso de sonar de alta intensidad puede causar daños significativos a los buceadores, incluyendo mareos y daños auditivos, según el Comité Asesor Médico de Buceo del Reino Unido.

El buque australiano formaba parte de la Operación Argos, que impone sanciones a Corea del Norte durante una misión de presencia regional, según informó previamente la Marina.

Las relaciones entre Australia y China se han recuperado notablemente en los últimos 18 meses, después de la victoria del gobierno laborista de centroizquierda en Canberra y la visita a Beijing del primer ministro Anthony Albanese a principios de este mes, el primer viaje de este tipo de un líder australiano en más de siete años.

Pero las tensiones persisten en lo que respecta a la seguridad, a medida que Australia se acerca a Estados Unidos en un esfuerzo por mitigar la creciente influencia de China en la región de Asia y el Pacífico.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, afirmó este viernes que China había aceptado entablar un diálogo a nivel de expertos para abordar su veto a la importación de productos de mar japoneses tras el vertido de aguas residuales de Fukushima.

China prohibió todas las importaciones de pescados y mariscos japoneses en agosto, después de que Japón comenzara a liberar las aguas tratadas de la central nuclear afectada por un terremoto y tsunami en 2011.

Kishida dijo que había hablado del asunto con el presidente chino, Xi Jinping, cuando se reunieron el jueves al margen de la cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, Estados Unidos.

El primer ministro dijo que acordó con Xi “tratar de encontrar una solución a través de la consulta y el diálogo basado en una actitud constructiva”.

“En los próximos días se celebrarán debates basados en la ciencia a nivel de expertos”, declaró Kishida en una conferencia de prensa.

China, que mantiene tensiones históricas con Japón, ha acusado a Tokio de tratar el mar como una “cloaca”.

Japón insiste en que el vertido es seguro, una opinión respaldada por el Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU y promovida por Estados Unidos, estrecho aliado de ese país asiático.

(Con información de Europa Press y AFP)