El gobierno ruso mantuvo este lunes la incertidumbre sobre los planes de reelección del presidente Vladimir Putin, al que la nueva Constitución permite ejercer otros dos mandatos de seis años cada uno, hasta 2036.
“Está claro que el momento del anuncio de las elecciones se acerca, pero por ahora no ha habido una decisión. En cuanto la haya, les informaremos”, manifestó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Eso sí, confirmó que este miércoles Putin celebrará su primer acto preelectoral al reunirse con los representantes de los órganos electorales rusos, ya que la Comisión Electoral Central (CEC) cumple 30 años.
Mientras, el diario Kommersant informó este lunes que el Kremlin baraja ya las personalidades que integrarán el grupo de apoyo a la candidatura de Putin, que seguramente concurrirá como independiente, aunque el partido del Kremlin, Rusia Unida, le apoyará públicamente en su congreso federal el próximo 17 de diciembre.
En esa lista figuran el cineasta y propagandista Nikita Mijalkov; el médico Leonid Roshal y el cantante Shaman, la voz de la campaña militar rusa en Ucrania, que tendrán que someterse a exámenes sociológicos.
Además, también podrían entrar la primera cosmonauta de la historia, Valentina Tereshkova, quien propuso en 2020 reformar la Constitución para perpetuar en el poder a Putin, y figuras vinculadas estrechamente con la guerra en Ucrania.
El Senado anunciará oficialmente el próximo 13 de diciembre la fecha de las elecciones, según informó el lunes una fuente parlamentaria a la agencia oficial RIA Nóvosti.
La fuente precisó que las presidenciales se celebrarán previsiblemente “el 17 de marzo de 2024″.
Según la legislación vigente, dicha decisión no se puede tomar más tarde de 90 días y no antes de 100 días de la jornada electoral.
En su momento, la prensa independiente informó que Putin, de 71 años, concurrirá a las elecciones contra candidatos de más de 50 años de tres partidos con representación parlamentaria: los comunistas, los nacionalistas y la formación Nueva Gente.
La CEC ya adelantó que en las presidenciales decenas de millones de rusos podrán votar de manera electrónica, un instrumento fraudulento según la oposición extraparlamentaria.
Las elecciones serán “un importantísimo acontecimiento social y político no sólo para Rusia, sino para todo el mundo”, explicó Ela Pamfilova, presidenta de la CEC.
A mediados de agosto la Justicia rusa ordenó el arresto del jefe del principal observador electoral independiente de este país, Golos, en un intento de impedir que fiscalice las presidenciales de 2024.
Por su parte, la Justicia rusa envió este lunes a prisión preventiva a la opositora Ksenia Fadeyeva, la última persona en ver al preso político Alexei Navalny antes de su envenenamiento en agosto del año 2020.
Fadeyeva, que se encontraba bajo arresto domiciliario, fue trasladada a prisión por orden del colegio penal del tribunal regional de Tomsk (Siberia), según informa el diario digital Mediazona, que cita al antiguo asesor de la diputada local, Andrei Fateyev.
La Justicia ordenó la nueva medida cautelar después de que, supuestamente, la opositora violara el régimen que se le impuso hace varias semanas.
Fadeyeva, que dirigía el equipo de Navalny en Tomsk, es acusada de participar en la organización de una comunidad extremista y en las actividades de una ONG que atentó contra los derechos de los ciudadanos.
La opositora fue detenida por primera vez a finales de 2021 debido a su relación con el encarcelado político y su Fondo de Lucha contra la Corrupción, que fue declarado extremista ese mismo año tras denunciar el enriquecimiento ilícito en la administración pública.
Navalny fue envenenado el 20 de agosto cuando se disponía a abandonar Tomsk, la ciudad universitaria por excelencia de Siberia, adonde viajó para exponer la corrupción de los altos funcionarios locales y apoyar a los candidatos opositores.
Navalny acusa al Servicio Federal de Seguridad (FSB) de organizar una operación secreta para envenenar al enemigo número uno del Kremlin con un agente químico, Novichok, inventado por científicos soviéticos que debía haber sido destruido, según las convenciones internacionales.
(Con información de EFE)