El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel actualizó la cifra de víctimas mortales tras los ataques terroristas de Hamas en su territorio el pasado 7 de octubre, dejando el nuevo balance en 1.200 personas. Hasta el momento, se consideraban 1.400 fallecidos en esta masacre.
“Esta es la cifra revisada”, dijo el portavoz del Ministerio, Lior Haiat y explicó que la disminución “se debe a que había muchos cadáveres sin identificar y, ahora, pensamos que pertenecen a los terroristas (...) y no son víctimas israelíes”.
No obstante esta baja, en un comunicado emitido por la Cancillería condenaron nuevamente la incursión y cruel matanza de los enemigos. “Los terroristas de Hamas asesinaron a sangre fría a 1.200 personas y secuestraron a 240, incluyendo bebés, niños, mujeres y ancianos”, insistieron.
Es por ello que, tras su promesa de “aniquilar” a la milicia palestina, las Fuerzas de Defensa lanzaron hace unas semanas una incursión terrestre acompañada de maniobras navales e intensos bombardeos sobre la Franja de Gaza, que les permitieron abatir a cientos de atacantes enemigos -entre ellos líderes y comandantes del grupo- y anular armamento pesado, centros operativos y hasta túneles.
Según informaron este viernes oficiales del Ejército, ya son unos 15.000 los objetivos terroristas alcanzados en Gaza en el último mes de lucha, a lo que se suma la incautación y destrucción de 6.000 armas varias: de fuego, cohetes, misiles antitanque, misiles antiaéreos, artefactos explosivos y munición.
“El Ejército israelí está actuando de una manera extraordinaria”, celebró la víspera el primer ministro Benjamin Netanyahu y resaltó que “Hamas tiene que desaparecer, tenemos que destruir a Hamas, no solo por nuestro bien sino por el bien de todos. Por el bien de la civilización, por el bien de los palestinos y los israelíes por igual”.
Junto con esto, el segundo objetivo de Israel en esta lucha es lograr la liberación de los cerca de 240 rehenes que aún siguen privados de su libertad en algún sitio de la ciudad de Gaza, probablemente en los túneles.
Luego de que los terroristas soltaran a cuatro civiles en el último tiempo, esta semana se conoció que hay una negociación en curso avanzada por la salida de unas 12 personas, la mitad de ellas estadounidenses.
A cambio de esto, Hamas exige a la contraparte una tregua por el cese de hostilidades para garantizar las condiciones necesarias para la liberación segura de los rehenes, declararon fuentes cercanas a las conversaciones.
Este punto, sin embargo, aún genera conflicto ya que los terroristas piden no menos de una semana de tiempo mientras que Netanyahu accedió a otorgar una ventana de tres días y se mantiene firme en su negativa a un alto el fuego.
“Un alto el fuego con Hamas significa rendirse ante Hamas, rendirse al terror y la victoria del eje del terror de Irán, asique no habrá un alto el fuego sin la liberación de los rehenes israelíes”, sentenció el mandatario.
Por su parte, la víspera, la Yihad Islámica sorprendió con un video en el que se ve a dos civiles -una anciana que necesita de un andador para caminar y un joven con asma- que, según sostuvieron, podrían ser liberados a la brevedad por razones humanitarias. Israel denunció esta maniobra como “terrorismo psicológico del peor tipo” ya que fueron obligados a apuntar contra el Ejecutivo israelí y agradecer a los yihadistas por cuidar de ellos.
“Estamos dispuestos a liberar a los cautivos Hanna Katzir y al niño Yigal Yaakov”, dijo el portavoz de la brigada Al-Quds en lo que fue su primer anuncio del estilo desde el 7 de octubre, aunque no se han conocido novedades sobre este tema.
(Con información de AFP)