Ucrania insiste en su reclamo por la totalidad de los activos rusos congelados -y no sólo sus intereses- para que sean destinados a la reconstrucción del país, una vez finalizada la guerra.
Kiev estima que se necesitarán -por lo menos- unos USD 400.000 millones para revertir los daños provocados por la invasión a gran escala lanzada por Moscú en febrero de 2022 que, inclusive, podría aumentar hasta el doble si se consideran las indemnizaciones para las víctimas del conflicto.
Los activos rusos soberanos bloqueados desde hace más de un año y medio rondan los USD 223.000 millones.
Luego de que los miembros acordaran que Rusia debía encargarse de esta tarea, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, había mencionado en octubre que el organismo estaba trabajando sobre una propuesta para reunir una parte de estos beneficios derivados de los activos estatales congelados y transferirlos a Ucrania en el marco de las asistencias en su reconstrucción.
En ese sentido, la viceministra de Justicia de Ucrania, Irina Mudra, comentó a la agencia Reuters que los aliados estaban considerando la posibilidad de introducir un impuesto sobre este dinero o inversiones, para sacar un mayor beneficio.
Si bien Kiev recibió esta iniciativa con alegría, la tildó de insuficiente, considerando los altos costos del trabajo. Así, el Ejecutivo ucraniano dijo a los aliados de Occidente que sólo los intereses devengados de esta suma no serán necesarios para satisfacer estas necesidades y compensar los daños y, por tanto, esperaba hacerse con su totalidad.
“Una decisión así requiere voluntad política y, por eso, es especialmente peligroso si se consideran iniciativas adicionales como una solución exitosa a todos los problemas”, señaló Mudra y agregó que “cualquier alternativa, por sincera y noble que sea, genera fondos insuficientes y puede ser únicamente una opción intermedia y lo suficientemente rápida como para recaudar varios miles de millones para las necesidades inmediatas de la reconstrucción de Ucrania”.
En un momento en el que el mundo ha sacado los ojos -en gran parte- del conflicto en el país para ponerlos en la guerra entre Israel y Hamas, y otras amenazas latentes provenientes de China, Irán y Corea del Norte, Ucrania teme una reducción de la ayuda de Occidente y, con ella, la pérdida de una entrada importante de capitales.
Es por ello que, en el último tiempo, el gabinete de Volodimir Zelensky puso gran énfasis en la búsqueda de fondos para la reconstrucción del país, la economía y el desarrollo de su contraofensiva, ya que su sistema es incapaz de producir a la escala necesaria.
“Necesitamos una decisión conjunta para retener (este) dinero que está congelado ahora y tomarlo para la renovación” ya que “teníamos una brecha presupuestaria de 40.000 millones de dólares el año pasado -este año nos las arreglamos mejor y tuvimos un aumento del 5% del PIB- pero, de todos modos tenemos una gran brecha”, explicó el mandatario en una entrevista esta semana.
“Si utilizamos solo los intereses de todo este dinero congelado, podemos cerrar aproximadamente la mitad de esta brecha”, estimó.
El presupuesto de Ucrania para 2024 obtuvo su aprobación en el Parlamento este jueves y prevé un déficit aproximado de USD 41.000 millones -que representa alrededor del 20% del PIB- y la mitad de sus gastos destinados a la defensa.
“Las prioridades del presupuesto estatal son claras: fortalecer las capacidades de defensa, proteger a la población, apoyar a los veteranos, aumentar los estándares sociales y la recuperación económica”, indicaron desde el Ministerio de Finanzas mientras que Zelensky agregó: “Esto es lo correcto. Todos los recursos deben utilizarse para fortalecer a Ucrania”.
Así, según el documento oficial, la partida de defensa aumentará un 68% con respecto al 2023 y alcanzará los USD 115.000 millones.
(Con información de Reuters y AFP)