El ejército ruso informó el domingo de un exitoso lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental diseñado para transportar ojivas nucleares desde un nuevo submarino nuclear.
El informe llega en un momento en que aumentan las tensiones entre Rusia y Occidente por los combates en Ucrania. Sumándose a esas tensiones, el presidente Vladimir Putin firmó la semana pasada un proyecto de ley que revoca la ratificación de Rusia de una prohibición global de ensayos nucleares en una medida que Moscú dijo que era necesaria para establecer la paridad con Estados Unidos.
El Ministerio de Defensa ruso dijo en un comunicado que el crucero de misiles estratégico Emperador Alejandro III disparó el misil Bulava desde una posición submarina en el norte del Mar Blanco de Rusia y alcanzó un objetivo en la región del extremo oriental de Kamchatka. No quedó claro de inmediato en el comunicado cuándo ocurrió el lanzamiento de la prueba.
El Emperador Alejandro III es uno de los nuevos submarinos nucleares de clase Borei que llevan 16 misiles Bulava cada uno y están destinados a servir como el componente naval central de las fuerzas nucleares de la nación en las próximas décadas. Según el Ministerio de Defensa, el lanzamiento de un misil balístico es la prueba final del buque, después de la cual se debe tomar una decisión sobre su incorporación a la flota.
La Armada rusa tiene actualmente tres submarinos de clase Borei en servicio, uno más está terminando las pruebas y otros tres están en construcción, dijo el Ministerio de Defensa.
La revocación de Putin
Putin firmó hace una semana la ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT), tras su aprobación por ambas cámaras de la Asamblea Federal de Rusia.
El correspondiente documento fue publicado el jueves pasado en el portal de información legal del Gobierno ruso.
El proyecto de ley fue aprobado por el Senado ruso el pasado 25 de octubre, tras recibir la aprobación de la Duma de Estado una semana antes.
Las autoridades rusas han recalcado que la revocación no significa que el Kremlin vaya a reanudar los ensayos nucleares, al menos de momento, pues “la moratoria permanece” en vigor.
“El presidente ruso lo ha formulado muy claramente: debemos preparar nuestros polígonos de pruebas para reanudar los ensayos. Sin embargo, en la práctica, las pruebas sólo podrán reanudarse después de que EEUU realice ensayos similares”, afirmó el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov.
El CTBC, adoptado por la Asamblea General de la ONU el 10 de septiembre de 1996, ha sido firmado por 185 países, incluido Rusia, que lo ratificó el 30 de junio de 2000.
Con todo, nueve países nunca lo ratificaron, entre los que figuran Estados Unidos, China, Irán e Israel; mientras India, Pakistán, Corea del Norte y Siria ni siquiera lo firmaron.
La Unión Europea condenó la salida de Rusia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, una ruptura que el Alto Representante de Política Exterior europeo, Josep Borrell, enmarcó en el contexto de la “ilegal guerra de agresión” sobre Ucrania y tras meses de “amenazas irresponsables” en las que Moscú incluso ha deslizado la posibilidad de volver a realizar pruebas atómicas.
(Con información de AP y EFE)