El Reino Unidos busca que los fabricantes de autos autónomos, no los propietarios, sean quienes respondan legalmente por los accidentes que ocurran con estos vehículos. El Rey Carlos III declaró durante su primer discurso como monarca ante el parlamento, que el gobierno británico presentará este proyecto de ley durante la próxima sesión parlamentaria y reveló la intención de establecer nuevos marcos jurídicos para garantizar el desarrollo comercial de estas industrias emergentes.
Según los documentos oficiales publicados por el diario británico The Telegraph, “el proyecto de ley otorga inmunidad a las personas frente a procesos penales cuando un vehículo autónomo se conduce solo, ya que no tiene sentido responsabilizar a la persona que está detrás del volante”. Sin embargo, el conductor seguirá siendo responsable de mantener el seguro del vehículo y de certificar su correcta carga.
La propuesta legal cuenta con una sección que responsabiliza a las empresas una vez que los vehículos estén en las carreteras: “Las compañías tendrán que cumplir con los requisitos de seguridad desde el momento en que un vehículo se introduce en nuestras carreteras o enfrentarán nuevas sanciones y penas si fallan en su deber. Estas incluyen multas, requisitos para tomar medidas correctivas y suspensión de operaciones. Los delitos penales se aplicarán en casos graves”.
La iniciativa fue aplaudida también por el primer ministro Rishi Sunak, quien ha reconocido en varias ocasiones la importancia de las nuevas tecnologías. Mientras que el RAC, organismo británico dedicado a la movilidad, advirtió que serán necesarias mejoras en la señalización vial para que los carros autónomos se conviertan en algo común.
Celebran la propuesta
Tara Foley, jefe de operaciones del Reino Unido e Irlanda para la aseguradora global AXA, aseguró a la agencia de noticias Reuters que este nuevo marco legal implicaría “múltiples beneficios para la economía del Reino Unido, la seguridad vial y los empleos verdes” y que al mismo tiempo, “proporciona una claridad crucial a la hora de establecer la responsabilidad por la conducción autónoma” a las aseguradoras.
Por el lado de los inversores también hay gran aceptación a la medida propuesta. Alex Kendall, CEO de Wayve, una startup de vehículos autónomos que ha recaudado por lo menos USD 260 millones de dólares en inversiones, incluida la de Microsoft, anteriormente había denunciado que la falta de leyes reguladoras de la tecnología de vehículos autónomos podría poner en riesgo la inversión y las pruebas en el país.
Por lo que “la nueva legislación primaria para vehículos autónomos nos da la confianza para seguir invirtiendo en I+D y haciendo crecer nuestra base de talento aquí en el Reino Unido” aseguró a Reuters.
En el mercado estadounidense, donde los estados han liderado la implementación de vehículos autónomos, los reguladores de California ordenaron recientemente a la unidad de vehículos sin conductor de General Motors que retire sus autos de las carreteras del estado, alegando que la empresa había tergiversado la seguridad de la tecnología.
En respuesta a tales incidentes, el fundador de la firma de software audiovisual Oxa con sede en Oxford, Paul Newman, afirmó que el marco propuesto en el Reino Unido evitaría inequívocamente una repetición de la situación de Cruise en Gran Bretaña, ya que establece claramente las responsabilidades. Newman expresó que la introducción de esta tecnología en las carreteras es “inevitable” por lo que es una oportunidad además de necesaria, “fantástica” para crear marcos de confianza pública.
Su introducción en el Reino Unido
El gobierno británico aspira a que los primeros modelos de autos autónomos se ofrezcan al público en 2026, siempre y cuando se compruebe que cumplen con los estándares de seguridad en carretera.
El primer ministro Rishi Sunak, de hecho, ha mostrado gran interés en competir con las tecnologías de rápido crecimiento y de vanguardia de la Inteligencia Artificial y la automatización, en medio de las acusaciones de que el Reino Unido se ha quedado atrás.
Downing Street descartó la posibilidad de que estas medidas regulatorias desincentiven a los fabricantes de vehículos autónomos a invertir en el Reino Unido. Por el contrario, las estimaciones gubernamentales recientes sugieren que para el año 2035, el mercado británico de autos autónomos podría alcanzar un valor de USD 58 mil millones de dólares y generar 38,000 empleos altamente especializados, según publicó el diario The Telegraph.
Los intentos del gobierno por introducir más vehículos autónomos en las carreteras del Reino Unido generarán las condiciones adecuadas para la competencia con otros países y aunque todavía se desconocen los detalles específicos de la legislación propuesta, el avance hacia una regulación más clara sugiere que el Reino Unido está dando pasos para establecer un marco legal para los automóviles autónomos antes que muchos de sus competidores internacionales, confirmó Euronews.