El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, brindó un nuevo balance del enfrentamiento con los terroristas de Hamas -que hoy cumple un mes- y aseguró que, a pesar de focalizar sus ataques en la Franja, la ofensiva se ha convertido en una “guerra de múltiples frentes”.
“El centro de atención es Gaza pero estamos luchando en defensa y en ataque, tanto en el norte como en otros lugares”, explicó al respecto en lo que fue la descripción más contundente desde el 7 de octubre y subrayó que supone un reto sin precedentes para el país.
“Esta guerra no se parece a nada que hayamos vivido en el pasado. Tenemos que luchar sobre el terreno contra un enemigo que está convirtiendo hospitales y escuelas en salas de guerra y depósitos de armas”, agregó.
La incursión israelí en Gaza -una suerte de contraofensiva tras la masacre de aquel sábado- inició hace 11 días y permitió, con éxito, que las tropas dividan la Franja en dos y controlen importantes puntos, tanto por el norte como por el sur de la ciudad.
Este martes, las Fuerzas de Defensa publicaron imágenes en las que muestran algunas de las operaciones que llevaron a cabo en las últimas horas para “asegurar con éxito un bastión militar de Hamas en el norte de la Franja de Gaza”, que conllevaron también el descubrimiento de un complejo con misiles antitanque, lanzaderas, armas y material de inteligencia, listo para ser usado en algún golpe.
A la par, la división Aérea realizó maniobras con aviones de combate con los que alcanzaron al menos a una decena de terroristas de otra célula.
Estas acciones se enmarcan en la intensificación de la campaña que el domingo por la noche el Ejército anunció, que contempla mayores bombardeos durante “varios días”, hasta poder alcanzar por completo la ciudad de Gaza, donde radica el “corazón” de Hamas.
Otro de los objetivos principales de las FDI en esta misión es recuperar a los más de 240 civiles que siguen rehenes de la milicia terrorista, para lo que, según Gantz, el Gobierno hará lo que sea necesario -tanto a nivel político como militar- para asegurar su libertad.
“Prometo que haremos todo lo posible para traerlos a casa: por la fuerza o por la acción política. Lucharemos contra los que necesiten y hablaremos con todos los que podamos. No renunciaremos a la posibilidad de traer de vuelta a nadie”, aseguró.
No obstante, los familiares de estas personas han manifestado su descontento con la gestión de esta crisis por parte del Gobierno, ya que consideran que no se está haciendo lo suficiente para garantizar su seguridad y retorno.
Mientras Israel concentra sus esfuerzos en este enclave palestino, a la par, desde el Líbano, el brazo armado terrorista Hezbollah lanza casi a diario misiles para intentar debilitar al Estado judío en otro frente, en una señal de respaldo a Hamas.
En la última jornada, se registraron por lo menos 20 cohetes, de los cuales unos seis fueron interceptados por la defensa aérea y otros dos cayeron en zonas abiertas, sin dejar víctimas.
Estados Unidos ha intercedido en este terreno, luego de que el pasado viernes el líder del grupo, Hassan Nasrallah, apareciera en un discurso y dijera que no descarta una mayor participación en el conflicto, y advirtió que ningún actor debe “aprovecharse” de este escenario, en un intento por disuadir sus planes.
“Nosotros y nuestros aliados hemos sido claros: Hezbollah y otros actores -estatales o no- no deben intentar aprovecharse del conflicto en curso. Estados Unidos no busca una escalada o ampliación del conflicto que Hamas trajo a Israel” pero “esto tiene el potencial de convertirse en la guerra más sangrienta entre Israel y el Líbano desde 2006″, indicaron fuentes oficiales de Washington.
También se mantienen operaciones en Cisjordania, con miras a contener las tensiones en ebullición que allí se presentan.