Los científicos han descubierto el agujero negro más antiguo hasta la fecha, una bestia cósmica formada apenas 470 millones de años después del Big Bang.
Los hallazgos, publicados el lunes, confirman lo que hasta ahora eran teorías de que los agujeros negros supermasivos existían en los albores del universo. El telescopio espacial James Webb de la NASA y el observatorio de rayos X Chandra se unieron el año pasado para realizar las observaciones.
Dado que el universo tiene 13.700 millones de años, la edad de este agujero negro es de 13.200 millones de años.
Para mayor asombro de los científicos, este agujero negro es enorme: 10 veces mayor que el de nuestra Vía Láctea.
Se cree que pesa entre el 10% y el 100% de la masa de todas las estrellas de su galaxia, según el autor principal, Akos Bogdan, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica. Esta proporción no se acerca ni de lejos a la minúscula de los agujeros negros de la Vía Láctea y otras galaxias cercanas, estimada en un 0,1 por ciento.
“Es muy pronto en el universo para ser semejante monstruo”, afirmó Priyamvada Natarajan, de la Universidad de Yale, que participó en el estudio publicado en la revista Nature Astronomy. Un artículo complementario apareció en la revista Astrophysical Journal Letters. “Es asombroso que esta cosa ya esté asentada en su lugar con su galaxia en una etapa tan temprana del universo”.
Los investigadores creen que el agujero negro se formó a partir de colosales nubes de gas que colapsaron en una galaxia vecina a otra con estrellas. Las dos galaxias se fusionaron y el agujero negro tomó el relevo.
El hecho de que Chandra lo detectara mediante rayos X confirma “sin lugar a dudas que se trata de un agujero negro”, según Natarajan. Con los rayos X “en realidad se está captando el gas que está siendo atraído gravitatoriamente hacia el agujero negro, se acelera y comienza a brillar en los rayos X”, explicó.
Éste se considera un cuásar, ya que está creciendo activamente y el gas es cegadoramente brillante, añadió.
Según los científicos, el telescopio Webb podría haber detectado por sí solo un agujero negro 29 millones de años más antiguo, pero aún no se ha observado en rayos X ni verificado. Natarajan espera que se encuentren más agujeros negros primitivos, quizá no tan lejanos, pero sí bastante distantes.
“Esperamos que se abra una nueva ventana en el universo, y creo que ésta es la primera grieta”, afirma.
Los dos telescopios espaciales -Webb y Chandra- utilizaron una técnica denominada lente gravitatoria para ampliar la región del espacio donde se encuentran esta galaxia, UHZ1, y su agujero negro. Los telescopios utilizaron la luz de un cúmulo de galaxias mucho más cercano, a sólo 3.200 millones de años-luz de la Tierra, para magnificar UHZ1 y su agujero negro mucho más lejos en el fondo.
“Es un objeto muy débil y, gracias a la suerte, la naturaleza lo ha magnificado para nosotros”, dijo Natarajan.
Lanzado en 2021 a un punto situado a 1,6 millones de kilómetros de distancia, Webb es el observatorio astronómico más grande y potente jamás enviado al espacio; ve el universo en el infrarrojo. El Chandra, mucho más antiguo, tiene visión de rayos X; se puso en órbita en 1999.
“Me parece absolutamente asombroso que Chandra pueda hacer descubrimientos tan sorprendentes 24 años después de su lanzamiento”, dijo Bogdan.
(Con información de AP)