La Casa Blanca confirmó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para abordar la situación en la Franja de Gaza en medio de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamas.
John Kirby, portavoz de la presidencia norteamericana, comentó que los mandatarios hablaron sobre la posibilidad de que el Ejército de Israel realice pausas tácticas “en zonas concretas” en medio de los ataques contra el movimiento extremista palestino “para introducir material y sacar a la gente, incluidos los rehenes”. Según explicó, el objetivo es “ayudar a que los civiles puedan llegar a lugares más seguros”.
“Creemos que estamos en el comienzo de estas conversaciones, no en el final”, comentó el portavoz de la Casa Blanca.
Si bien reiteró al apoyo de Estados Unidos a Israel para combatir a la “brutal” organización terrorista palestina, Kirby indicó que desde el comienzo de la guerra el gobierno de Biden insistió a las autoridades israelíes la importancia de “minimizar el riesgo para la vida de los civiles, que se reduzcan al máximo los daños colaterales”.
“Nos gustaría que se establecieran pausas humanitarias apropiadas lo antes posible”, agregó.
El propio Biden se pronunció en esa línea hace una semana durante un acto en Minnesota, en el que opinó que en Gaza debería haber una “pausa humanitaria” para poder sacar a los civiles que se encuentran atrapados en el fuego cruzado.
Kirby insistió en que se debe recordar lo sucedido el 7 de octubre, cuando Hamas “comenzó a masacrar a personas inocentes mientras estaban en sus hogares y en un festival de música”. “Esa es la brutalidad a la que se enfrenta (Israel) y creo que es importante para nosotros recordar constantemente contra quién están peleando y por qué están peleando”, afirmó.
Por tanto, dijo, Estados Unidos seguirá asegurándose “de que Israel tenga las herramientas y las capacidades que necesita” para defenderse.
Pero Estados Unidos, afirmó, no es quien decide “cómo llevan a cabo sus operaciones sobre el terreno”.
“Estamos compartiendo con ellos nuestras perspectivas sobre la guerra, les estamos dando las herramientas y capacidades que creemos que necesitan para perseguir a los terroristas, pero no nos sentamos junto a ellos mientras desarrollan las listas de objetivos y deciden cómo van a lograr cada objetivo”, aseguró.
Kirby reiteró la negativa de Estados Unidos a que haya un alto al fuego. Esto, según el portavoz, solo beneficiaría a los terroristas de Hamas, que gobierna de facto la Franja de Gaza, y le permitiría reagruparse para perpetrar otro ataque como el del 7 de octubre, que resultó en la muerte de 1.400 personas (la mayoría civiles) y en la toma de 240 rehenes que fueron llevados al enclave palestino.
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y su homólogo turco, Hakan Fidan, coincidieron este lunes en Ankara en que seguirán haciendo todo lo posible para aumentar el acceso de ayuda humanitaria a Gaza y evitar las matanzas de civiles.
“Conocemos la profunda preocupación que se tiene aquí por el terrible precio que están pagando los palestinos -hombres, mujeres y niños de Gaza, civiles inocentes- y la compartimos”, dijo Blinken a la prensa turca tras reunirse con Fidan en Ankara.
“Hemos convencido a los israelíes de que pueden dar pasos que minimizan las muertes de civiles”, agregó el secretario de Estado norteamericano, según una nota difundida por su Ministerio.
El encuentro formó parte de la gira del diplomático que comenzó el viernes pasado en Tel Aviv y continuó el fin de semana en Amán, con dos paradas breves, no anunciadas previamente, en Chipre y Bagdad el domingo.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud, controlado por Hamas, el número de palestinos muertos en Gaza desde el 7 de octubre ha superado los 10.000, con más de 25.000 heridos.
(Con información de EFE)