“Una vez más la violencia y la guerra se han recrudecido en esa Tierra que, bendecida por el Altísimo, parece oponer continuamente la bajeza del odio y el ruido mortífero de las armas”, se inicia el discurso que el papa Francisco tenía previsto leer ante la delegación de la Conferencia Europea de Rabinos y que por problemas de salud que el Vaticano atribuyó a “un resfriado” finalmente entregó en mano a los religiosos que lo visitaron este lunes en el Vaticano
El Sumo Pontífice resaltó su preocupación por las continuas agresiones que sufre el judaísmo en el mundo después de los ataques terroristas de Hamas producidos el 7 de octubre, que dejaron al menos 1.400 muertos y 240 secuestrados en la Franja de Gaza. “Es preocupante la difusión de manifestaciones antisemitas, que condeno con firmeza. Todos los creyentes, en un tiempo de destrucción como el que vive la humanidad, están llamados, en nombre de Dios, por todos y ante todos, a construir la fraternidad y a abrir caminos de reconciliación”.
Con voz cansada y algo ronca al recibir a los rabinos, Francisco les entregó su discurso, señaló que “en este tiempo de destrucción”, “los creyentes estamos llamados, para todos y sobre todo, a construir la fraternidad y a abrir caminos de reconciliación” y afirmó: “Ni las armas, ni el terrorismo, ni la guerra, sino la compasión, la justicia y el diálogo son los medios adecuados para construir la paz”.
Por otra parte, el papa abogó por el diálogo con el judaísmo. “Los necesitamos, queridos hermanos, necesitamos del judaísmo para comprendernos mejor a nosotros mismos. Por lo tanto, es importante que el diálogo judeo-cristiano mantenga viva la dimensión teológica mientras continúa abordando cuestiones sociales, culturales y políticas”, aseveró.
Francisco instó a los rabinos y demás creyentes a “dar testimonio de su palabra con nuestro diálogo y de su paz con nuestra conducta”.
“Que el Señor de la historia y de la vida nos dé valor y paciencia para hacerlo. ¡Shalom!”, concluyó.
El pontífice argentino había pedido ya este domingo tras el rezo del ángelus un alto el fuego en la Franja de Gaza, para “que se pueda socorrer a los heridos y que la ayuda llegue a la población de Gaza, donde la situación humanitaria es desesperada”.
“Sigo pensando en la grave situación de Palestina e Israel, donde tantas personas han perdido la vida. Por favor, en nombre de Dios, cesad el fuego. Espero que se busquen todos los caminos posibles para que se evite absolutamente una ampliación del conflicto”, dijo el papa asomado a la plaza de san Pedro desde la ventana del palacio pontificio.
También reiteró su llamamiento para que sean liberados inmediatamente los rehenes que se encuentran en manos de Hamas desde el ataque del 7 de octubre. “Entre ellos hay muchos niños. Que vuelvan con sus familias”, pidió Francisco.
(Con información de EFE)