El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha expresado este sábado su preocupación por el “drástico repunte” de los discursos de odio y la discriminación a nivel mundial y, en particular, por el aumento del antisemitismo y la islamofobia, que vincula con la actual escalada de tensiones en Oriente Próximo por el conflicto abierto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
“El impacto de esta crisis ha sido dramático, a nivel regional y global”, ha lamentado Turk, en un comunicado en el que ha denunciado la tendencia a “deshumanizar” tanto a los judíos como a los palestinos. Teme que “aumenten las fracturas sociales y la polarización”, por lo que ha apelado a la contención y a poner coto a cualquier forma de discriminación, también a través de Internet.
“Tanto judíos como musulmanes cuentan que ya no se sienten seguros, y esto me entristece”, ha añadido Turk, con el foco puesto no sólo en los actos que se puedan cometer a pie de calle, como la persecución de símbolos, sino también en las palabras que puedan pronunciar líderes políticos y que, “sin duda”, tienen consecuencias.
En este sentido, ha recordado que el Derecho Internacional es “claro” y prohíbe “cualquier defensa del odio por motivos de nación, raza o religión que constituya una incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia”.
LÍMITES A MANIFESTACIONES
Al mismo tiempo, el Alto Comisionado ha instado a las autoridades a respetar la libertad de expresión y el derecho de reunión, después de que en algunos países se hayan impuesto límites sobre las concentraciones a favor de israelíes o de palestinos, en la gran parte de casos alegando cuestiones de seguridad nacional o la necesidad de contener determinados discursos.
Entiende sin embargo que ha habido “restricciones generalizadas o desproporcionadas” sobre el derecho de manifestación y que éstas han limitado de forma “predominante” la convocatoria de movilizaciones pro palestinas.
Los gobiernos, ha añadido, deben acometer medidas de manera “proporcionada” y “garantizar que haya un espacio seguro para la participación y el debate”, sin restringir las declaraciones críticas o las “expresiones de solidaridad” con alguna de las partes. “Cuando las tensiones y las emociones están a flor de piel, es la ley la que debe guiarnos en la protección de los Derechos Humanos”, ha advertido.
(Con información de Europa Press)