Heinrich Himmler, la mente detrás del Holocausto y jefe de las SS, ordenó la ejecución de hasta 1.000 trabajadores esclavizados en la isla británica de Alderney, según señalan documentos inéditos recientemente entregados al medio británico, Observer.
Las instrucciones escritas por Himmler constituyen la primera evidencia conocida de que se orquestó un plan para aniquilar a todos los internos del único campo de concentración y de trabajo nazis que se estableció en territorio británico. Himmler ordenó “sin un momento de demora” el asesinato de todos los prisioneros y trabajadores esclavos en caso de rebelión.
Durante la ocupación nazi, Alderney, una dependencia de la Corona Británica, albergaba el sector de trabajo esclavo y el de concentración. Los prisioneros fueron obligados a construir el imponente Muro del Atlántico de Hitler. Documentos adicionales de 1943, provenientes de la sede de las SS, plantean que el número de prisioneros muertos en Alderney podría ser significativamente mayor al estimado oficialmente, que confirmaba cerca de 400.
Actualmente, la investigación liderada por Lord Pickles, enviado del Reino Unido para asuntos del Holocausto, intenta definir la magnitud exacta de los crímenes cometidos en Alderney, mediante el cálculo del número de prisioneros asesinados. Sin embargo, la actitud presuntamente “condescendiente” hacia posibles contribuidores ha despertado críticas entre historiadores, como Ian Sayer, quien decidió entregar los documentos de las SS de su archivo al Observer en lugar de aportarlos a la revisión oficial.
Las órdenes de Himmler podrían haber sido una reacción ante un levantamiento de prisioneros en Treblinka, uno de los campos de exterminio nazis más letales en Polonia ocupada, que sucedió días antes de que Himmler escribiera la carta a List, según sugiere Richard Evans, profesor emérito de historia de la Universidad de Cambridge.
“Hubo un levantamiento de prisioneros en Treblinka el 2 de agosto de 1943 y es posible que Himmler estuviera preocupado por ello. Quizás también por el levantamiento del gueto de Varsovia en mayo. Esta reacción era bastante habitual en Himmler”, afirma Evans.
Sin embargo, Evans, especialista internacional en historia alemana, dijo que no era del todo seguro que el jefe de las SS fuera informado del levantamiento de Treblinka hasta finales de agosto.
En conclusión, estos documentos nunca antes publicados proporcionan una nueva perspectiva sobre el alcance de los horrores del Holocausto en Alderney. Además, abren el debate sobre la interacción entre las autoridades, los historiadores y el público general en la reconstrucción de eventos históricos.
El profesor Robert Jan van Pelt, de la Universidad canadiense de Waterloo, destacado experto en Auschwitz, corroboró la autenticidad de los documentos, concluyendo que eran “indudablemente auténticos”.
Van Pelt, que fue testigo experto en el juicio celebrado en Londres contra el negador del Holocausto David Irving, también forma parte actualmente del grupo de expertos de la investigación de Alderney dirigida por Pickles.
El mismo conjunto de documentos recopilados por Sayer revelan información sobre la brigada de construcción de las SS encargada de levantar las defensas nazis en Alderney, con un pasaje en el que se aplaude la ética de trabajo de los trabajadores esclavizados, diciendo que “la productividad de los prisioneros igualaba a la de los trabajadores alemanes”.