El pasado sábado 7 de octubre, Israel sufrió uno de los peores ataques terroristas de su historia cuando cientos de militantes del grupo armado Hamas se infiltraron desde la Franja de Gaza y lanzaron una ofensiva coordinada contra varias comunidades e instalaciones militares israelíes. Un ataque sorpresa que se saldó con 1.400 muertos y más de 230 rehenes.
La incursión armada de Hamas, bautizada como “Diluvio de Al Aqsa” por la mezquita sagrada de Jerusalén, se inició a las 6:28, hora local, con un lanzamiento masivo de misiles desde el enclave palestino que desbordó el sistema de defensa antiaérea “Cúpula de hierro”. Al mismo tiempo, los terroristas abrieron unas 20 brechas en la barrera que separa Gaza de Israel.
Festival de música en Re’im
Uno de los ataques más mortíferos tuvo lugar en el festival de música electrónica Paralello Universo Supernova Sukkot Gathering, que se celebraba en Re’im, una localidad del sur de Israel.
Los asaltantes bloquearon las carreteras de salida y dispararon indiscriminadamente a los que intentaban escapar en sus vehículos. Algunos buscaron refugio en búnkeres cercanos, pero fueron sorprendidos por granadas lanzadas por los terroristas. Otros se escondieron entre la vegetación o se hicieron pasar por muertos, mientras el grupo armado los perseguía.
De acuerdo con las autoridades israelíes, más de 260 personas murieron, mientras que muchas otras fueron tomadas como rehenes. Entre las víctimas se encuentran un soldado británico, un exfutbolista, dos periodistas y los organizadores del evento.
Base militar de Re’im
Previo a perpetrar su brutal masacre en el festival de música, los terroristas de Hamas entraron en la base militar de Re’im por un agujero en la valla perimetral y se dirigieron en motocicletas hacia los edificios principales, donde dispararon a quemarropa contra los guardias. De acuerdo con los registros, todos los soldados que se encontraban en las instalaciones fueron asesinados por el grupo armado.
Horas más tarde, agentes de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron al ataque y lograron aislar a los terroristas en un pabellón de deportes, donde desde un helicóptero de combate fueron abatidos con misiles. Mientras tanto, unidades externas del Ejército israelí se movilizaron para proteger los asentamientos judíos cercanos y evacuar a los civiles.
Nirim
En el kibutz de Nirim, al sur de Israel, unos 20 terroristas armados con fusiles, granadas y lanzacohetes se enfrentaron con los residentes en un intercambio de disparos sin precedentes. Los propios habitantes del kibutz lograron contener a los milicianos en un puesto de control hasta que llegaron los refuerzos del Ejército israelí.
El kibutz albergaba a unos 500 residentes y hasta el momento se desconoce el número exacto de víctimas, sin embargo, de acuerdo con los primeros reportes, al menos 5 civiles perdieron la vida a manos de los terroristas, mientras que otros 4 fueron tomados como rehenes.
Tras su ofensiva contra Hamas, el Ejército israelí neutralizó a Bilal al Kedra, un comandante del brazo armado de los terroristas en Gaza que lideró el ataque contra Nirim.
“Como parte de los extensos ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra altos operativos y la infraestructura terrorista en la Franja de Gaza, las FDI y el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet) mataron a un comandante de las fuerzas Nukhba en el sur de Jan Yunis”, explicó la portavocía militar,
Be’eri
Esta comunidad agrícola en el sur de Israel vecino a Gaza, fue el escenario de una de las peores masacres que ha vivido Israel en el ataque perpetrado por Hamas. Según un balance de la ONG Zaka, que participó en la recogida de cadáveres, murieron más de 100 habitantes, es decir cerca del 10% de su población.
En este lugar, donde vivían 1.100 personas, los hombres de Hamas “dispararon contra todos lo que se interpusiera en su camino, asesinaron a niños, bebés, ancianos, a todos a sangre fría”, dijo el portavoz de Zaka, Moti Bujkin.
Varios residentes también fueron secuestrados y se encuentran entre los más de 200 rehenes israelíes o extranjeros llevados a la Franja de Gaza.
Cuatro o cinco edificios del lugar se vieron reducidos a escombros o gravemente destruidos, en parte por el asalto de Hamas y en parte por los combates posteriores para retomar el control.
Por su cercanía a Gaza, a apenas cinco kilómetros de la valla, Beeri probablemente fuera de los primeros núcleos arrasados por el millar de milicianos que salieron en la del 7 de octubre, y fue uno de los últimos en ser retomado por completo por las fuerzas israelíes.
Base Naval de Nahal Oz
La incursión de Hamas en la Base Naval Nahal Oz, ubicada cerca de la frontera con Gaza, dejó un saldo de más de 30 soldados muertos y unas seis mujeres secuestradas.
En las imágenes difundidas en redes sociales, se ve cómo los terroristas avanzan hacia la base, pasan junto a una torre de vigilancia y lanzan explosivos contra vehículos militares y soldados israelíes.
Uno de los videos muestra el interior de la base, donde se observa un cadáver calcinado de lo que parece ser una soldado israelí y un vehículo con un artefacto explosivo colocado por uno de los asaltantes.
En otro video grabado desde un dron, se ve cómo un artefacto explosivo cae sobre un furgón donde hay tres soldados israelíes. Uno de ellos queda malherido y los otros intentan refugiarse en un vehículo militar.
Los militantes también atacaron con una granada a otro vehículo militar que circulaba fuera de la base.
Kfar Aza
El pueblo comunitario Kfar Aza, situado a 1,5 km de la franja de Gaza, fue atacado por más de 70 de hombres armados de Hamas provenientes del territorio palestino. Pasaron casa por casa para ejecutar a los habitantes, según las autoridades israelíes.
Durante las horas que duró el ataque, al menos 100 de los 700 habitantes del kibutz, entre ellos 40 niños, fueron asesinados.
La brutalidad de la agresión quedó evidenciada por los cadáveres decapitados que se encontraron después. Los terroristas, que llegaron en motos o en alas delta, se llevaron además a varios vecinos de todas las edades como rehenes, que siguen cautivos en la Franja.
La zona donde se concentró el ataque muestra un panorama desolador. Los colchones de las camas están esparcidos por las calles, algunos con manchas de sangre, junto a muebles destrozados y utensilios de cocina
Sderot
Edificios reducidos a escombros, autos calcinados, rastros de sangre y casquillos de bala. Así quedó Sderot, la ciudad israelí más próxima a Gaza, tras ser liberada el por el ejército luego de sangrientos enfrentamientos con los terroristas palestinos que se infiltraron y mataron a unos 40 civiles.
Según fuentes oficiales, los atacantes mataron a unas 30 personas, entre ellas varios agentes, y tomaron una comisaría como rehén que fue horas después recuperada por las Fuerzas de Defensa de Israel.
La mayoría de los casi 30.000 habitantes de esta localidad abandonó sus hogares y no sabe cuándo podrá regresar, mientras Israel intensifica su ofensiva contra la Franja de Gaza.
(Con información de EFE, Europa Press, AFP y Reuters)