Xi Jinping sostuvo que las mujeres tienen un papel fundamental y deben establecer una “nueva tendencia familiar”, en un momento en que China se enfrenta al envejecimiento de la población y a un descenso récord de la tasa de natalidad.
En declaraciones publicadas el lunes por la agencia estatal de noticias Xinhua, el presidente chino afirmó que el papel de la mujer había formado parte de un debate con el nuevo equipo directivo de la Federación de Mujeres de China, dependiente del Partido Comunista (PCC).
Realizar una buena labor en el trabajo de la mujer no sólo está relacionado con su propio desarrollo, dijo, sino también con “la armonía familiar, la armonía social, el desarrollo nacional y el progreso nacional”.
Es necesario “cultivar activamente una nueva cultura del matrimonio y la maternidad y reforzar la orientación sobre la visión que tienen los jóvenes del matrimonio, el parto y la familia”, afirmó.
Factores como los elevados costos del cuidado de los hijos, los obstáculos en la carrera profesional, la discriminación de género y el hecho de no querer casarse han disuadido a muchas jóvenes chinas de tener hijos.
El número de nacimientos está estrechamente ligado a las tasas de matrimonio, porque las políticas oficiales dificultan que las mujeres solteras tengan hijos.
La Oficina Nacional de Estadística de China informó en enero del primer descenso de la población en seis décadas, y la población del país envejece rápidamente.
En los dos últimos años, las autoridades chinas han presentado medidas para elevar la tasa de natalidad, como incentivos económicos y la creación de guarderías.
Los medios de comunicación estatales han vinculado a menudo el desarrollo de la población con la fortaleza y el “rejuvenecimiento” del país.
Por su parte, el régimen de Xi Jinping sancionó a 405.000 funcionarios por corrupción entre enero y septiembre de este año, según informó en las últimas horas la Comisión Central de Disciplina y Supervisión del Partido Comunista, el brazo anticorrupción del partido gobernante.
Entre los castigados, 34 eran altos cargos a nivel provincial o ministerial, según un comunicado publicado en la página web de la institución.
De enero a septiembre, las autoridades de disciplina y supervisión recibieron 2,617 millones de denuncias, de las cuales 819.000 eran acusaciones o delaciones.
Las autoridades de disciplina y supervisión también reforzaron su trabajo de inspección sobre la “implementación de las políticas que apoyan el interés público” y castigaron “actos de malversación, apropiación indebida, falsificación y extorsión”, según el comunicado.
Entre los casos que recibieron mayor atención en dicho período, figuraron el del antiguo secretario del Partido Comunista en la ciudad de Hangzhou (este) Zhou Jiangyong, que recibió una pena de muerte suspendida por aceptar sobornos, o el del ex vicegobernador del Banco Popular de China, Fan Yifei, sospechoso de haber también recibido coimas.
(Con información de Reuters y EFE)