Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han situado este martes en 240 la cifra oficial de rehenes que se encuentran secuestrados por terroristas del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) en la Franja de Gaza a raíz de la ofensiva lanzada el pasado 7 de octubre por el grupo armado palestino contra territorio israelí.
El portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha confirmado esta cifra, al tiempo que ha detallado que por el momento han fallecido 315 efectivos de las FDI y que sus familias han sido notificadas, según recogen varios medios de comunicación israelíes.
Además, ha señalado que se están produciendo “fuertes combates” en los que “se ha logrado eliminar a terroristas de Hamas”. Estos combates son “complejos”, según ha explicado antes de matizar que “son necesarios para alcanzar los objetivos” de Israel.
Sus palabras llegan un día después de que las FDI anunciaran haber logrado con éxito la liberación de una militar israelí retenida por Hamas desde el 7 de octubre. La soldado, identificada como Ori Megidish, ha sido “rescatada activamente” en un operación conjunta entre las fuerzas israelíes y la Agencia de Seguridad de Israel, conocida como Shin Bet.
Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, tras arremeter contra la comunidad internacional en el Consejo de Seguridad por no condenar el ataque de Hamas del 7 de octubre, se colocó una estrella amarilla -insignia con el que los nazis marcaban a los judíos- como “símbolo de orgullo”.
“A partir de hoy, y cada vez que me miren, recordarán lo que significa permanecer en silencio ante el mal”, dijo al rememorar el Holocausto, el genocidio perpetrado por el régimen nazi durante la II Guerra Mundial en el que murieron más de 6 millones de judíos.
“Al igual que mis abuelos, y los abuelos de millones de judíos, a partir de ahora, mi equipo y yo llevaremos estrellas amarillas”, explicó.
“Llevaremos esta estrella hasta que despierten y condenen las atrocidades de Hamas”, dijo tras ponerse en pie, colocarse la insignia con el mensaje en inglés “Nunca más” en la solapa y repartir otras entre su equipo que también la portó en su ropa.
La estrella de David, un símbolo religioso que data de la edad media, se ha convertido en un emblema de la resistencia del pueblo judío frente a la persecución y el genocidio. Durante el Holocausto, fue utilizada por los nazis para identificar a los judíos.
En la Segunda Guerra Mundial, el ejército antisemita obligó a los judíos a llevar una estrella de David amarilla cosida en su ropa o en un brazalete, como forma de discriminación y humillación.
La semana pasada, el embajador Erdan pidió la dimisión del secretario general de la ONU, António Guterres, quien tras condenar en un discurso ante el Consejo de Seguridad el ataque de Hamas en Israel, aseguró que, al mismo tiempo, “es importante reconocer” que “no se produjeron de la nada”, sino de “56 años de ocupación sofocante” por Israel.
“Israel ha hecho su elección. Fuimos atacados por los nazis de Hamas. Nos mostraron que el odio genocida, odio judío no murió con Hitler, sino que burbujeó y creció, hasta invadir nuestra patria”, completó.
“Pero la diferencia entre 1939 y hoy, es que hoy los judíos tienen un estado fuerte y poderoso. No estamos indefensos. Somos Leones de Judá y nos defenderemos contra aquellos que buscan aniquilarnos”, aseguró.