A lo largo de 2022, un total de 13,241 defunciones en Canadá fueron asistidas por médicos mediante la aplicación la eutanasia, representando de este modo, el 4.1% del total de los decesos en el país, según reveló el cuarto informe anual sobre Asistencia Médica para Morir (MAID) publicado por el gobierno canadiense. Una cifra que representó, además, un aumento del 31.2% en comparación con el año anterior.
Desde que la MAID fue legalizada en Canadá en 2016, ha asistido la muerte de 44,958 personas, según datos reportados por Fox News. De esta manera, si se considerara la eutanasia como una causa oficial de muerte, sería la quinta causal de mortalidad más común en el país, según indicó el periodista de ética médica Alexander Raikin en entrevista con el portal canadiense True North News.
El informe también arrojó que existe un ligero predominio de hombres (51.4%) sobre mujeres (48.6%) que optan por la eutanasia, una tendencia que se ha mantenido constante desde 2019 según Fox News. Además, la edad promedio de aquellos que recurrieron a la MAID el año pasado fue de 77 años, siendo los hombres de 76.1 años y las mujeres de 77.9 años de edad.
Principales causas tras la decisión
En términos de las condiciones médicas subyacentes, cerca del 63% de los procedimientos de la MAID citaron al cáncer como la enfermedad principal, aunque este porcentaje disminuyó con respecto al 69.1% registrado en 2020.
Otras condiciones médicas mencionadas incluyen problemas cardiovasculares (18.8%), otras enfermedades (14.9%), afecciones respiratorias (13.2%) y trastornos neurológicos (12.6%). Más del 80% de quienes solicitaron la MAID argumentaron la pérdida de la capacidad para realizar “actividades significativas” y “actividades de la vida diaria”, mientras que cerca del 60% lo hizo debido al dolor o la preocupación por controlarlo.
Los que se oponen
Según el último estudio publicado por Health Canada y recogido por True North News, se ha observado que todas las provincias, a excepción de Manitoba y Yukon, han presenciado un crecimiento constante en las muertes médicamente asistidas desde la introducción de la ley federal de la MAID en 2016.
Dichos hallazgos han generado alerta entre diversos grupos y expertos que piden una reconsideración en la expansión de la elegibilidad para la eutanasia, como el instituto de políticas sociales Cardus, que lamentó este aumento y resaltó la necesidad de mejorar las opciones de cuidado paliativo como alternativa a la eutanasia.
Según Cardus, es preocupante pensar cómo crecerán estos números si el gobierno federal continúa con su plan de expandir la elegibilidad para la eutanasia y el suicidio asistido a aquellas personas cuya única condición subyacente es una enfermedad mental.
Cardus sostiene que el informe también reveló que aproximadamente una quinta parte de los canadienses que optaron por la muerte asistida carecían de acceso a cuidados paliativos. Para la mitad de los que sí tuvo acceso, estuvo disponible menos de un mes antes de su decisión de muerte asistida.
Además, sigue subrayando que el cuidado paliativo tiene el potencial de reducir la inclinación hacia la eutanasia. Como prueba de ello, destaca que el 42% de los individuos que inicialmente buscaron la MAID finalmente retiraron sus solicitudes debido a mejoras en su condición a través del cuidado paliativo.
Por otro lado, políticos conservadores también han expresado su preocupación por la legalización de la MAID. A inicios del mes de octubre de 2023, el diputado Ed Fast declaró al medio canadiense The Toronto Star que teme que los procedimientos de eutanasia, que ahora podrían ser aplicados a personas con problemas de salud mental, fomenten una “cultura de la muerte” en el país.
“¿Hemos ido demasiado lejos y demasiado rápido con el programa de suicidio asistido de Canadá? ¿Evolucionaremos hacia una cultura de la muerte como opción preferente para quienes padecen enfermedades mentales, o elegiremos la vida?”, cuestionó el diputado conservador.
La eutanasia en Canadá
El derecho a la eutanasia en Canadá ha pasado por cambios radicales en los últimos años. En 2016, la legislación de este país norteamericano aprobó la Asistencia Médica para Morir, definiéndola como un proceso en el cual un profesional de la salud conduce, sea directa o indirectamente, la muerte de un paciente, quien la solicita debido a una enfermedad incurable o un sufrimiento intolerable.
Esta decisión se basó, en parte, en la histórica sentencia de la Corte Suprema en el caso Carter vs. Canadá en 2015, cuando la Corte dictaminó que las leyes que prohibían la eutanasia violaban los derechos a la vida, la libertad y la seguridad del individuo. Este cambio permitió un nuevo enfoque sobre las decisiones relacionadas con la muerte, centrado en los derechos del paciente y no en las normativas religiosas o morales.
Después de la aprobación de la MAID, el gobierno canadiense instaló medidas de salvaguarda para asegurar que la práctica se desarrollara de manera ética y cuidadosa. De esta manera, el procedimiento requiere la aprobación de dos médicos, la confirmación de que el paciente es mentalmente competente y la confirmación de que la decisión se ha tomado libremente y sin presión.
Otros países
La eutanasia es sin duda es un tema muy debatido en el mundo entero. Sin embargo, en medio de la controversia que genera, algunos países han legalizado la práctica bajo ciertas circunstancias.
En el 2002, los Países Bajos se convirtieron en el primer país del mundo en legalizar la muerte asistida médicamente. Ese mismo año, su país vecino, Bélgica, también legalizó la eutanasia y es importante mencionar que en 2014, este país se convirtió en el primero en permitirla para menores de edad, en circunstancias específicas y con el consentimiento de los padres.
En el 2009, Luxemburgo se convirtió en el tercer miembro de la Unión Europea en legalizar la MAID. Mientras que al norte de suramérica, en Colombia, esta práctica se legalizó en el 2015, permitiendo que los pacientes con enfermedades terminales soliciten ayuda para morir.
Más recientemente, en 2021, España aprobó una ley que legaliza la eutanasia. Alrededor del mundo existen otros lugares que permiten el suicidio asistido, pero no necesariamente la eutanasia, incluyendo partes de Australia y de Estados Unidos.