La guerra en Ucrania ha trasladado su foco a la ciudad de Avdiivka, donde Rusia se reagrupa para preparar un tercer asalto con el que aspira a avanzar en este frente y tomar una línea ferroviaria en Stepove y la escombrera Terrikon. Día y noche, los soldados ucranianos en el frente oriental se enfrentan a bombardeos enemigos mientras intentan repeler las conquistas en tres flancos.
En paralelo, en dirección nororiental, las tropas de Zelensky hacen frente a los ataques en Kupyansk -en Kharkiv- y mantienen la contraofensiva en Zaporizhzhia, con miras a ampliar su presencia en la ocupada Kherson.
Sin embargo, las actuales acciones rusas le están costando a sus brigadas importantes pérdidas que, inclusive, podrían amenazar sus ofensivas en el invierno.
Si bien el Ejército ruso “puede estar reagrupandose para nuevos grandes asaltos mecanizados”, como los que lanzó el 10, 19 y 20 de octubre, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló que gran parte de sus esfuerzos se centran, también, en minimizar las bajas en el campo de batalla y enviar fuerzas adicionales lo más rápido posible para poder sostener su esfuerzo ofensivo.
El Presidente ucraniano abordó esta cuestión con el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, y le precisó que las pérdidas de soldados rusos equivalen a una de las brigadas desplegadas en Donetsk, de entre 3.000 y 5.000 soldados. A ello se suman los 400 vehículos blindados que, desde el 10 de octubre, han sido destruidos cerca de Avdiivka y Mariinka.
Gracias a ello, las tropas locales “están deteniendo” los intentos rusos de avanzar y toman cierta ventaja, agregó el mandatario.
Por su parte, el ISW señaló que “las grandes pérdidas de equipos rusos alrededor de Avdiivka probablemente socavarán las capacidades ofensivas rusas a largo plazo” y comparó este escenario con la escasez generalizada de equipos enemigos en el primer año de la guerra, que también limitó el alcance de una ofensiva mecanizada efectiva el pasado invierno.
Un ejemplo de ello fue el asalto fallido que protagonizaron las tropas de Putin en en asalto sobre Vugledar en los primeros dos meses del año, en los que Ucrania logró destruir al menos 130 tanques y vehículos blindados.
En este contexto, y comprendiendo que puede tratarse de un momento clave en la batalla que Kiev lucha por su autodefensa, Sunak reiteró a Zelensky su “compromiso inquebrantable”, incluso a pesar de los nuevos conflictos, como la guerra entre Israel y Hamas. A la par, los líderes de la Unión Europea garantizaron su respaldo el tiempo que sea necesario.
Descontento social en Ucrania
A pesar del patriotismo que motiva a los ucranianos a tomar las armas y luchar contra los rusos, familiares de los soldados salieron este viernes a las calles en Kiev, Odessa y otras ciudades del país para pedir a las autoridades que permitan a sus seres queridos volver a casa, tras 18 meses de servicio.
“Ha llegado el tiempo de otros”, “Los soldados también se cansan” y “La victoria es responsabilidad de todos” son algunas de las frases que se leían en los carteles en las concentraciones.
(Con información de EFE)