En un sorprendente giro científico, dos estudios publicados en la revista Nature hacen repensar la comprensión que se tiene del tamaño y composición del núcleo de Marte, llevándonos a la conclusión de que este es más similar al de la Tierra y no tan denso como se pensaba anteriormente. Esta conclusión se obtuvo a partir del análisis del registro sísmico de la misión InSight de la NASA, modificando las primeras suposiciones que sugerían un núcleo marciano inusualmente grande debido a una oculta capa de roca fundida, de 145 a 200 kilómetros de profundidad.
El equipo liderado por el geofísico suizo Amir Khan, de la ETH Zurich, así como el de Henri Samuel, de la Université Paris Cité, evaluaron de manera independiente los datos de InSight, llegando a la conclusión de que Marte alberga un océano de magma profundo oculto bajo su manto sólido. Esta característica peculiar, ausente en la Tierra, fue mantenida al rojo vivo por elementos radiactivos y pudo haber influido de forma definitiva en la evolución caótica del planeta rojo.
El análisis de datos complejos de InSight, que aterrizó en Marte en noviembre de 2018, se convirtió en un desafío para los científicos debido a que se basaba en la detección de temblores provenientes principalmente de una región convulsa cercana a la nave, dejando gran parte del interior marciano inexplorado.
Sin embargo, el impacto con un meteorito en septiembre de 2021 proporcionó ondas sísmicas que atravesaron el núcleo del planeta, proporcionando información valiosa sobre la estructura interna de este, señaló la publicación de Nature.
A partir de estos nuevos hallazgos, se reconsideró el radio del núcleo de Marte, que ahora es considerado más cercano a los 1.600 kilómetros, en lugar de los 1.830 kilómetros sugeridos inicialmente. Esta modificación implica que el núcleo marciano estaría compuesto por una mayor cantidad de elementos densos, principalmente hierro, y con menos elementos ligeros, como azufre, carbono, oxígeno e hidrógeno, dando una explicación más coherente a la formación de este planeta.
Estos descubrimientos, aunque emocionantes, plantean una nueva incógnita en relación al antiguo campo magnético de Marte, que se pensaba generaba a través de un núcleo de hierro líquido en enfriamiento.
Dado que este mar de magma podría haber mantenido el núcleo demasiado caliente para generar un campo magnético, surgen nuevas teorías y posibles explicaciones, entre ellas, que Marte pudo haber tenido lunas de mayor tamaño en el pasado, cuya gravedad hubiera podido desencadenar movimientos en el núcleo generadores de magnetismo. Sin embargo, esta es solo una hipótesis que deberá ser profundizada en futuras investigaciones.
Tras cuatro años de operaciones, la misión InSight se dio por terminada en 2022, pero el descubrimiento de este océano de magma plantea nuevas preguntas y probablemente genere futuras sorpresas para la exploración y el estudio de dicho planeta, señaló The New York Times.