Terroristas de Hamas detenidos en Israel por los salvajes ataques del 7 de octubre revelaron en los interrogatorios con las fuerzas de seguridad que los líderes del grupo extremista palestino los “engañaron” y que son ellos los responsables de la “destrucción de Gaza”.
Consultados acerca de las razones de la masacre contra civiles, dijeron que su religión (el Islam) lo prohíbe, pero aún así lo hicieron.
“La religión lo prohíbe. El Profeta dijo: ‘No mates a una mujer, no mates a un niño’. La religión no permite la distorsión, el abuso”, afirma uno de los terroristas interrogados que menos arrepentido y avergonzado parece.
Reconoce que el accionar de Hamas se asemeja al del ISIS: “No hay ninguna diferencia”.
Otro terrorista, visiblemente avergonzado y mirando hacia abajo, coincide en que el comportamiento de su grupo fue similar al del Estado Islámico. No es él único yihadista al que parece afectarle sus actos.
Entre los interrogados, hay uno que no puede sostenerla la mirada a su interrogador al reconocer que disparó y asesinó por sorpresa a una anciana.
“¿Por qué tanta matanza?”, le preguntan a otro de los detenidos. “Nos engañaron”, contesta. “Los de Hamas, se quedaron en sus casas y nos dejaron aquí dentro (en Israel)”, añade.
“Los de Qatar y Turquía, hablan en nombre de al Aqsa y de los musulmanes. Y se quedan allí, mientras nos envían aquí y bombardean a sus familias en Gaza”, precisa.
Denuncian también que los líderes de Hamas son los responsables de la destrucción de Gaza. Mencionan a Ismail Haniyeh, Khaled Mashal, Sinwar y Abu Halad (Mohammad Deif).
“Ves que queda algo de Gaza? No. ¿Gaza existe? No. Gaza fue destruida y ¿quién la destruyó? Ellos, con sus propias manos, y nosotros, con nuestras manos”, confiesa uno de los terroristas.
“¡Aquí hay judíos! Los ahogaremos con humo”
En los interrogatorios, uno de los terroristas brinda detalles sobre el asalto a una casa en un kibutz.
“La gente en el refugio cerró la puerta. Amed y Abu Abeldah (miembros de Hamas) salieron y dijeron: ‘¡Aquí hay judíos!’. Había una ventana cerrada con hierro. Dijeron (a la gente de dentro): ‘¡Abran y salgan!’. Tenían miedo y no querían salir. Dejaron un artefacto explosivo, lo pusieron en la ventana y la hicieron explotar. Se creó una pequeña y estrecha abertura. Alguien prendió fuego a un trozo de tela y dijo: ‘Los ahogaremos con humo”.
Otro terrorista revela la discusión que tuvo con uno de sus pares por haber “malgastado balas” en un civil que al parecer ya estaba muerto.
“Había un cuerpo en el suelo, cerca de la puerta de una casa, con 2-3 balas en la cabeza. La cabeza había explotado. Le disparé en la espalda”, narra.
“Después de disparar, Salama (terrorista de Hamas) me gritó: ‘¿Por qué has disparado? ¡Estás malgastando tus balas!’”, precisa.
“Estaba enfadado contigo porque malgastaste balas. ¿Qué quería que hicieras? ¿Usar munición contra civiles?”, repregunta la autoridad de seguridad israelí. “Matar civiles”, responde.
“Nos prometían un apartamento y diez mil dólares”
Un terrorista reveló que los altos mandos de Hamas les prometían diez mil dólares y un apartamento por cada rehén que llevasen a Gaza.
“En Gaza, quien trae a los secuestrados o captura recibe un estipendio. Un apartamento y diez mil dólares”, señala uno de los terroristas. “Así es como funciona en la brigada El-Qassam”, añade.
“Limpien las casas y secuestren a todos los que puedan”, era la indicación. “Quieren a los secuestrados, tantos como sea posible. El objetivo de nuestra infiltración para ellos era capturar y secuestrar a tantos como fuera posible”, explica.