(Enviado especial a Tel Aviv, Israel) Qatar, un minúsculo estado árabe con formidables reservas de gas y petróleo, se ha transformado en un protagonista clave de la guerra que libra Israel contra Hamas, que ejecutó una operación terrorista con miles de judíos muertos, cientos de heridos y una cifra aún no determinada de rehenes civiles y militares.
La cifra oficial (actual) de secuestrados por Hamas es 222, y serían ciudadanos de al menos 26 países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, España, China, Rusia, Argentina, Brasil y Chile.
Israel estaba planificando una ofensiva relámpago contra la Franja para aniquilar a Hamas, pero la presión de la comunidad internacional a favor de la liberación de los rehenes enfrió la táctica bélica del premier Benjamin Netanyahu.
Joseph Biden, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, por citar a tres protagonistas del tablero global, respaldan a Israel y avalan su decisión de exterminar a la organización terrorista. Sin embargo, antes de ejecutar ese complejo movimiento en el terreno de batalla, los líderes de Estados Unidos, Francia y Alemania exigieron que se agoten todas las instancias -publicas y secretas- para lograr la libertad de todos los rehenes civiles.
Netanyahu aceptó el planteo de sus principales aliados de Occidente e hizo dos movimientos sucesivos: puso en un impasse la ofensiva terrestre en Gaza y habilitó un backchannel liderado por Qatar para negociar con Hamas la libertad de los secuestrados.
La habilitación política concedida por Netanyahu a Qatar y Estados Unidos se asume como un secreto de Estado. Por eso, la diplomacia de ambos países trabajan en reserva y los voceros del gobierno israelí tratan de desmentir una información que está confirmada por los hechos.
Así sucedió durante la entrevista que este enviado especial tuvo con Emmanuel Nahshon, subdirector general de diplomacia pública de Israel. El diálogo ocurrió en Sderot, una ciudad atacada por Hamas que está a un kilómetro de Gaza.
-Hay una negociación que está desarrollando Qatar con Estados Unidos, en conversaciones directas con Hamas. De estas conversaciones, ¿el gobierno israelí está al tanto?
-No quiero darle respuesta-, contestó Nahshon.
La cautela diplomática de Nahshon es previsible, al margen de los hechos. En los últimos tres días, Hamas liberó a cuatro rehenes: Nurit Cooper, de 79 años, Yocheved Lifshitz, de 85, Judith Raanan, de 59 años, y su hija, Natalie Raanan, de 17.
Antony Blinken, secretario de Estado, dialoga a toda hora con el ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, Sultán Bin Saad al – Muraikhi, quien a su vez negocia con un importante terrorista de Hamas que se encuentra en Doha.
La diplomacia de Estados Unidos y de Qatar optaron por mantener en reserva el nombre del representante de la organización terrorista, pero confirmaron a Infobae que las negociaciones existen -con sus lógicos altibajos-, y que el objetivo humanitario de esta semana es lograr la libertad de 50 rehenes civiles.
El gobierno israelí monitorea la marcha de las conversaciones y deja hacer. Sin embargo, en las últimas horas ha planteado dos líneas rojas: no aceptará entregar a Hamas combustible para que lo use en Gaza con fines bélicos y no participará en la elección de los rehenes que podrían quedar en libertad.
Hamas exigió a la diplomacia de Qatar que Israel acepte entregar miles de litros de gas oil que deberían ingresar a Gaza con los camiones de ayuda humanitaria que coordina Naciones Unidad (ONU) desde el paso de Rafah (Egipto). Si eso no sucede, la organización terrorista amenaza con suspender el proceso de negociación.
El gobierno israelí rechazó esa pretensión porque tiene probado que Hamas usa ese combustible para fortalecer su sistema de defensa adentro de la Franja, en lugar de mantener encendidas las centrales eléctricas que operan en todo el territorio bajo control terrorista.
“Hamas miente. Quieren el combustible para mover sus tanques y preparar sus cohetes. Estaríamos cometiendo suicidio, si aceptamos ese reclamo que plantearon a los cataríes”, sostuvo un vocero del gabinete de guerra de Israel.
Además de rechazar la hipótesis de entregar gas oil a los terroristas, la administración de Netanyahu se mantendrá al margen de la elaboración de la lista de los probables 50 rehenes liberados, si finalmente las negociaciones continúan entre Doha, Washington y Tel Aviv.
En principio, Hamas tiene rehenes civiles de los siguientes países: Alemania, Argentina, Azerbaijan, Brasil, Canadá, Chile, China, España, Estados Unidos, Francia, Filipinas, India, Irlanda, Israel, Italia, Kazakhstan, Panamá, Polonia, Rumania, Rusia, Sri Lanka, Sudáfrica, Thailandia, Reino Unido, Ucrania, y Uzbekistan.
Y Netanyahu no quiere aparecer en un triaje que implique definir qué país logrará liberar a sus connacionales que desde 16 días están a merced de Hamas. Al final, será una decisión que se tome en Washington con el asentimiento de Qatar y la autorización política de Hamas.